El informe de la Fundación Alternativas deja claro que, pese a sus defectos, el actual modelo de financiación autonómica tiene como objetivo beneficiar y apoyar a las regiones con menos renta, como Extremadura.

De esta forma, y tomando como base los datos entre 1990 y 1997, el PIB per cápita de la región se sitúa 36 puntos por debajo de la media nacional, siendo la última comunidad. Sin embargo, una vez aplicados los mecanismos de solidaridad y cohesión territorial, la comunidad aparece como la sexta que recibe un mayor gasto público por habitante y la renta extremeña aumenta quince puntos.

Si a la inversión pública se le suman todas las ayudas regionales establecidas, Extremadura percibe de fondos públicos 152 euros por cada 100 euros de la media nacional.

Todos estos mecanismos provocan en ocasiones un efecto perverso . Baleares, Cataluña y Madrid son las que más aportan a la bolsa que sirve para nivelar servicios. Sin embargo, País Vasco y Navarra, dos de las regiones más ricas de España, no aportan nada a la bolsa común e incluso, en el caso vasco, reciben más dinero del que pagan al Estado.