La llegada de las fiestas navideñas supone que la competencia en el sector comercial sea más dura. De esta forma, el final de año se convierte para la mayoría de las cadenas de hipermercados y supermercados en la última oportunidad del ejercicio para mejorar su posición en el sector y sanear la cuenta de resultados. Los expertos destacan que cada vez resulta más frecuente que el incremento general de los precios conviva con el lanzamiento de ofertas atractivas y una verdadera guerra publicitaria en los buzones --en algunas ciudades extremeñas comercios y grandes cadenas ya han empezado a hacer descuentos que llegan hasta el 50%--.

Los consumidores se convierten así en estas fechas en el principal motor de la economía al multiplicar sus gastos. Aproximadamente, el 20% de la facturación del sector comercial se consigue en este periodo, aunque para algunos productos puede llegar al 70% de las ventas, como en el caso de los juguetes y turrones --curiosamente, los turrones tradicionales ceden terreno ante los elaborados con chocolate u otros dulces menos tradicionales-- y también se ha constatado el incremento del peso del marisco y el pescado en la cesta de la compra navideña, en detrimento de las carnes.

Incremento del gasto

Los datos de la encuesta realizada por la Unión de Consumidores de Extremadura (OCU) indican que las fechas navideñas conllevan un incremento del gasto medio por persona que ronda los 628 euros. El principal gasto es el de regalos, que suma 187 euros, una cifra que se incrementa en 79 euros si hay niños.

Esta semana la organización extremeña de consumidores ya alertaba de que en los últimos años las grandes superficies han ampliado en dos semanas la época más consumista del año, para lo que han adelantado la decoración navideña a finales de noviembre.

Este tipo de cadenas son el reflejo de los cambios en los hábitos de los consumidores, según los expertos. Ya no se compra lo que se necesita, sino lo que se desea, pero el precio sigue siendo el principal argumento. Algunos productos se rebajan en estas fechas para atraer a los clientes, pero la gran mayoría se encarecen --uno de los reclamos es el textil, cuyas rebajas suelen adelantarse a diciembre--. No obstante, algunos economistas consideran que el adelanto de la campaña navideña a noviembre es un error, ya que de esta forma se reducen las adquisiciones impulsivas y se pueden planificar las compras con más tiempo, por lo que se gasta menos.

Pero para todo esto existen técnicas comerciales con años de estudio cuyo objetivo es involucrar a los clientes en un afán consumista. Son técnicas de venta que alcanzan su apogeo en Navidad y que el consumidor no percibe a primera vista.

Hasta hace poco ésto era exclusivo de grandes cadenas y supermercados, pero los comercios han empezado a sumarse poco a poco a la guerra consumista que se desata en Navidad.