Los trabajadores del Centro Sociosanitario de Mérida, antiguo Hospital Psiquiátrico, emitieron ayer un comunicado explicando cómo ocurrió la agresión a una auxiliar de enfermería del centro el pasado viernes, por considerar que la información facilitada por la Junta el sábado no se ajusta a la realidad. Según advierten, la fuga del interno que protagonizó los hechos no se había controlado, sino que este permanecía escondido en el recinto, y critican que la seguridad solo se ha reforzado durante el fin de semana, pese a que el agresor reingresó el sábado por la tarde y sigue allí.

Según su nota, a las 20.30 horas del viernes se activó el protocolo previsto al detectarse la fuga de un interno --ingresado en el módulo de crónicos, según pudo saber este diario--, dando parte a la Policía Nacional. Apenas hora y media después, Nieves Minero, auxiliar de enfermería en la unidad de agudos, escuchó un ruido en el exterior del módulo de agudos, donde trabaja, y se acercó a abrir la puerta, recibiendo por sorpresa una puñalada del paciente fugado.

Siempre según la versión de los trabajadores, Nieves cerró la puerta y empezó a gritar pidiendo auxilio, saliendo en su ayuda dos de sus compañeras (una enfermera y otra auxiliar) que desviaron la atención del agresor. La herida pudo así escapar hasta el pabellón central, donde fue atendida por la supervisora de Enfermería y el jefe de servicio, que avisaron al 112. Este envió a la Policía Nacional y una ambulancia medicalizada (UVI móvil), si bien los trabajadores recogen que "el traslado al hospital se produjo 45 minutos después en una ambulancia convencional".

En cuanto al agresor, indican que no se dio a la fuga, sino que fue directamente reducido y detenido, pero que el juez dictaminó "enajenación mental" y reingresó el en centro el sábado a las 16.10 horas. Además, critican que la seguridad solo se ha reforzado durante el fin de semana.