Para el sector agrario, los cambios que se aplicarán en el IVA a partir de julio tienen una doble lectura. Por un lado, se beneficiarán de una subida del 1% del IVA que cobran por sus productos y que, en caso de declarar sus ingresos por el sistema de módulos, forma parte de sus beneficios. Por otro, están preocupados por el sobrecoste de sus insumos --que, en el caso del modo de declaración citado anteriormente, no pueden desgravarse--.

Así lo detallan los responsables de UPA, Ignacio Huertas, y Asaja, Angel García, si bien este último critica que la ganadería mantenga un tipo inferior en un punto (del 7,5 pasará al 8,5%) al de la agricultura, lo que considera un agravio. Ambos coinciden, en cambio, en la dificultad que tendrán los productores para hacer frente a la subida de los insumos que precisan para gestionar sus explotaciones (fertilizantes, piensos, gasóleo...) que, destacan, no siempre están sometidos al IVA reducido, sino que en algunos casos se incluyen en el general. Por el contrario, no les preocupa una posible caída del consumo, dado que producen bienes de primera necesidad, que no creen que vayan a verse afectados por este problema.