Ibarra cumplió su palabra. Hace 18 meses, en mayo del 2005, el presidente de la Junta anunció que prestaría sin dudar un concejal socialista al Partido Popular de Cáceres para no hacerle el juego al "traidor" de Felipe Vela, según el calificativo que le otorgó Rodríguez Ibarra, y poder sacar adelante los grandes proyectos de la ciudad.

Con la salida del concejal independiente Felipe Vela --ahora edil no adscrito-- del Gobierno de José María Saponi, el equipo del PP quedaba en minoría y la gobernabilidad del Ayuntamiento de Cáceres se debilitaba. El grupo popular perdía la mayoría absoluta y se quedaba con 12 concejales, mientras que la oposición sumaba 13 ediles: once del PSOE, uno de IU y el no adscrito, Felipe Vela.

Este nuevo reparto de poderes dejaba las decisiones municipales a merced del voto de este tránsfuga. Por ello, Ibarra se comprometió a que "si el alcalde de Cáceres se viera hipotecado por un traidor --anunció en mayo--, debe saber que puede contar con el apoyo del PSOE".

En aquella ocasión, el presidente del Ejecutivo extremeño ya explicaba que pretendía defender los intereses de Cáceres porque "se está jugando algunas cosas importantes" que no pueden dejarse escapar por la "inestabilidad política".

Entre esas cosas importantes , Ibarra citaba la capitalidad cultural europea del 2016, pero también estaban en el tintero el Plan General Municipal de urbanismo o, sobre todo, el proyecto de El Corte Inglés. No en vano, este último se fraguó a iniciativa suya en su despacho en el 2003, según dijo ayer.

Fue en una comida con el presidente de la firma comercial, Isidoro Alvarez. Ibarra le sugirió la idea de implantarse en Cáceres porque "igual que fue rentable el centro de Badajoz --abierto en 1999--, Cáceres ofrecía muchas posibilidades. Aceptó la propuesta y se lo comuniqué a Saponi, que ha hecho las gestiones que ha creido oportunas", recordó ayer.

Fue además Saponi, según contó el promotor urbanístico Jesús Alarcón en una entrevista con este diario, quien propuso la idea de instalarlo en las Carmelitas. La promesa cumplida de Ibarra lo hará finalmente posible, aunque no se cumplirá la expectativa de abrirlo en las Navidades del 2008, como pretendía El Corte Inglés.