La comunidad educativa extremeña ha acogido de forma positiva el plan de vigilancia policial en los centros escolares puesto en marcha por el Ministerio de Interior a fin de impedir que los estudiantes tengan acceso al consumo de drogas. Padres, profesores y alumnos consultados ayer por este diario consideran que el plan del Gobierno puede ser una medida eficaz para erradicar la venta de droga en el entorno escolar y conseguir que los centros educativos sean más seguros.

De momento, en Extremadura son 212 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil los que participan desde el lunes en la vigilancia del tráfico de drogas en 90 centros educativos, aunque la cifra se incrementará, ya que desde la Delegación del Gobierno aseguran que a las tareas de control se incorporarán también agentes de otros cuerpos.

Rafael Delgado, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Padres de Alumnos (Freapa), aseguró ayer que la medida les parece "correcta, porque los padres debemos tener la tranquilidad de que nuestros hijos van a un centro seguro", e incidió en la importancia que esto supone para las familias que residen fuera del lugar en el que estudian sus hijos.

POCO ALARMANTE No obstante, Delgado insistió en que en Extremadura "la situación no es alarmante" y que se trata de una medida "que ya se venía aplicando en la región, ya que los padres, cada vez que observábamos algo lo denunciábamos y la policía montaba un dispositivo de vigilancia discreto que en ocasiones ha servido para detener a pequeños traficantes que se dedicaban al menudeo".

El representante de los padres también destacó la importancia de la colaboración ciudadana para poner freno al problema, "además de la implicación de la familia, ya que todos tenemos que vigilar estas situaciones".

Sí quiso dejar claro Delgado que desde la Freapa no apoyarían medidas de vigilancia policiales en el interior de los centros educativos, así como la instalación, "como algunas veces se ha sugerido", de cámaras en los colegios. "No se debe vigilar dentro de los centros, eso es tarea de los profesores", señaló.

Por su parte, los profesores insisten en que la presencia policial en el entorno de los colegios contribuirá a paliar en gran medida el menudeo de la droga, aunque consideran que, en ocasiones, el problema "no está fuera del centro, sino dentro".

Varios profesores de centros de Secundaria de Cáceres, que no quisieron dar sus nombres, aseguraron ayer a este diario que son conscientes "de que el problema existe y se conoce, lo que ocurre es que es muy difícil controlarlo".

Por el contrario, la mayoría de los alumnos preguntados indicaron no haber visto tráfico de droga en sus centros, aunque reconocieron que sí habían escuchado que esta situación se produce en otros, por lo que se mostraban partidarios de la iniciativa implantada por el Gobierno. Muchos de ellos incidieron en que la presencia policial servirá también para evitar situaciones de acoso escolar y actos violentos, de los que sí aseguraban haber sido testigos.