José Francisco Doncel, de 44 años, se ha sacado la tarjeta de demandante de empleo por primera vez en su vida. Y es que acaba de cerrar su empresa puesta en marcha desde hace 20 años. "El día 1 de febrero desapareció". Se dedicaba a la construcción y tras pasar un año difícil de más pagos que cobros ha decidido poner punto y final a su negocio porque ya es insostenible. "Llevaba sin trabajo desde noviembre y no podía sostenerla más". Y ahora, tras tomar esa difícil situación "el futuro lo veo negro", pero no hay que desistir. "Buscaré empleo de lo que sea y haré algún curso", señala, además va a intentar vender la maquinaria y los coches de la empresa. Vive en Cáceres, está casado y tiene dos hijas de 16 y 10 años. Tras el cese de su empresa sus ingresos desaparecen, puesto que ha sido autónomo y no tiene derecho, dice, a ningún tipo de prestación. A pesar de que "hemos tenido que recortar gastos de todos sitios" sigue entrando un sueldo en casa, el de su mujer, que es maestra.