La venta de antidepresivos y ansiolíticos se ha incrementado un 16,3% en la región durante el último año. El dato lo facilita el Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, que lo ha obtenido comparando los doscientos fármacos más vendidos en Extremadura (entre los que hay 21 referencias de este tipo de medicamentos) en los periodos que van de abril del 2008 a marzo del 2009 y de abril del 2009 a marzo del 2010.

Cecilio Venegas, presidente de los farmacéuticos pacenses, explica que esta no es ni mucho menos la primera vez que un grupo de medicamentos experimenta un alza de este tipo en la región. Pone de ejemplo los anticancerosos, que "llevan creciendo los últimos cuatro o cinco años a entre un 20% y un 25% anual". Lo llamativo, sostiene Venegas, es que "en este caso no ha habido novedades terapéuticas" que lo justifiquen. A su juicio, en el incremento puede haber influido la situación de crisis económica, pero matiza que no se trata de algo "monofactorial". En este sentido, indica que la sociedad "está cada vez más estresada, cansada y preocupada", algo que deriva en una mayor incidencia de diferentes tipos de transtornos, como los del sueño o los digestivos. "En los últimos años los protectores gástricos se han disparado de una forma espectacular", resalta.

A pesar de que el número de cajas de antidepresivos vendidas ha aumentado en el último año, se ha producido un ligero descenso, del 2,2%, en la facturación, algo que, aclara Venegas, se debe fundamentalmente a que han bajado los precios de estos fármacos (todos ellos pueden comprarse "por menos de dos euros") y a que los genéricos van ganando progresivamente cuota de mercado (ya suponen un 17% del total).

Un reciente estudio de la compañía farmacéutica Pfizer coloca a Extremadura como la tercera región con un mayor consumo per cápita de antidepresivos, solo por detrás de Asturias y Galicia, y como la sexta en tranquilizantes. "Las diferencias son relativamente pequeñas respecto a la media nacional" (0,88 cajas de antidepresivos por extremeño y año frente a una media nacional de 0,72), matiza el catedrático de Farmacología de la Uex José Augusto García-Agúndez, que añade que "serían necesarios más estudios de este tipo antes de extraer conclusiones".

García-Agúndez considera que "no es fácil" que la población abuse de estos medicamentos, ya que necesitan de receta médica, pero sí cree que en ocasiones sustituyen al "apoyo psicológico, que también podría suponer una ayuda importante en el tratamiento". A veces, agrega, se escoge simplemente la vía más sencilla: "Es más rápido tomarse una pastilla que una consulta al psicólogo, pero cuando tomas una pastilla lo que haces es eliminar el síntoma, no la causa". Igualmente, incide en que este tipo de tratamientos "son muy serios desde el punto de vista farmacológico y terapéutico", por lo que debe seguirse siempre la posología indicada por el especialista y "no se puede depender de que un día estés bien o mal".

Según el estudio de Pfizer, el consumo de antidepresivos ha subido en España un 8,8% entre el 2007 y el 2010 (hasta las 33,5 millones de cajas al año), mientras que el de los tranquilizantes lo ha hecho en un 1,6% (52,2 millones de cajas). Durante la presentación de estos datos, el director de Comunicación de esta compañía farmacéutica, Francisco García Pascual, resaltó que las ventas han ido creciendo a medida que avanzaba la crisis. Desde finales del 2009 a febrero de este año, el incremento en unidades ha sido de hasta un 6%%, informa Europa Press. Sin embargo, el psiquiatra del Hospital General de la Defensa en Zaragoza José Carlos Fuertes considera que la crisis económica es "una hipótesis más" que puede explicar el aumento. Este psiquiatra cree que el mayor consumo tiene que ver más bien con que "ahora se diagnostica más y mejor lo que antes pasaba desapercibido y no se trataba".

Fuertes tampoco considera que exista ningún abuso de estos fármacos. "Su consumo es elevado porque la prevalencia de la depresión es muy alta", arguye. Incluso, apunta que "quizás debieran tomarse más". "Son una vía eficaz y segura, que aumenta la calidad de vida de estos pacientes", aduce.

Este experto es autor del estudio Repercusión de la crisis económica en la salud mental , en el que han tomado parte 200 pacientes que han necesitado ayuda psiquiátrica por problemas socioeconómicos. De él se desprende que las consultas psiquiátricas originadas por esta causa han aumentado un 25% respecto a las que había antes de la crisis. Fuertes indica que los problemas más frecuentes de estos pacientes son los cuadros de ansiedad, la depresión y los trastornos adictivos.