Los servicios de Consumo de la Consejería de Sanidad han retirado hasta ahora algo más de 700 pollos de la empresa Sada de las tiendas de alimentación y almacenes de distribución extremeños, según confirmaron a EL PERIODICO fuentes del SES.

Aunque esta actuación aún no se da por cerrada, se estima que en este momento deben quedar, si acaso, unas pocas unidades en el mercado. A las retiradas efectuadas por la Administración sanitaria se suma un número indeterminado de unidades que fueron devueltas a la empresa por los propios comerciantes o, incluso, por los consumidores una vez que se decretó la alerta alimentaria.

En todo caso, se desconoce cuántos pollos de las marcas afectadas por el problema de salmonelosis están todavía en poder de los ciudadanos, por lo que se insiste en que no deben consumirse.

Desde Sada se ha hecho público un comunicado firmado por el director general de la empresa, Javier Rodríguez, en el que se asegura que hasta ayer se habían inmovilizado en toda España más de 150.000 unidades de los productos afectados.

La mercancía intervenida será destruida en coordinación con las autoridades sanitarias.

NINGUNO EN VENTA Rodríguez afirmó en la nota que ya no queda ningún pollo contaminado por salmonela en las tiendas, y señaló que la empresa asumirá sus responsabilidades ante los consumidores y las autoridades sanitarias.

En este sentido, Sada anunció que ha puesto a disposición de los ciudadanos un teléfono de atención --900 200 901-- para atender las reclamaciones.

La actitud de los responsables de la firma de donde surgió el problema ha sido bien recibida por las asociaciones de consumidores, que consideran que se está teniendo una actuación correcta, y confían en que la empresa mantenga sus compromisos y responda a las reclamaciones que puedan ir presentándose por los afectados.

Por otro lado, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA) se ha puesto en contacto con la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha, donde tiene su sede la empresa, para que se paralice la producción y distribución de los precocinados hasta que se determine con precisión el origen del brote.