La empresa pública Correos y Telégrafos SA ha incumplido de manera sistemática sus previsiones de inversión en Extremadura durante los últimos años. En el trienio 2001-2003, esta sociedad pública desde el 2002 sólo gastó en la región 6,1 millones de euros, cuando la suma de lo presupuestado para esos tres ejercicios era justo el doble. De este modo, y en términos reales, Correos apenas ha invertido dos euros por extremeño y año.

La escasez inversora de la entidad no es nueva, ya que, según los datos aportados por el ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, en los últimos siete años el gasto en la región no ha llegado a los 16 millones de euros, lo que sitúa a Extremadura como la quinta comunidad autónoma con menos aportación, sólo por delante de Navarra, Murcia, La Rioja y Cantabria.

COMPROMISO INCUMPLIDO En lo que se refiere a la actual legislatura, la trayectoria de la empresa pública no puede ser más decepcionante. Así, en abril del 2001, Alberto Núñez Feijoo, entonces director general de Correos, anunciaba en Cáceres que hasta el 2004 estaba contemplado en Extremadura un programa de inversiones que rondaba los 25 millones de euros.

La realidad es que, a punto de concluir el periodo anunciado, apenas se ha gastado la cuarta parte y para el presente ejercicio se recoge una partida de 13 millones de euros. Este montante resultaría insuficiente para cumplir el compromiso y, además, poco creíble dado el comportamiento práctico del gasto de años anteriores.

En dicha comparecencia, Núñez Feijoo señalaba, por ejemplo, que se gastarían en torno a seis millones de euros en la compra de 16 locales. Sin embargo, lo cierto es que sólo se ha cumplido en Talayuela, Llerena y Azuaga, mientras que el resto (Hervás, Arroyo de la Luz, Jarandilla de la Vera, Madrigalejo, Orellana la Vieja, Guareña, Almendralejo, Higuera la Real, Barcarrota, Campanario, Talarrubias, Villanueva de la Serena y Oliva de la Frontera) siguen esperando, y sus oficinas postales se alojan en inmuebles arrendados o cedidos, salvo en el caso de Orellana, que no cuenta con instalación permanente.

Otra cuestión anunciada por el responsable de Correos fue la "informatización" de los servicios, proceso que supondría un gasto de 8,4 millones de euros. A día de hoy, y según un informe de Fomento, las oficinas extremeñas cuentan con 313 ordenadores y 101 servidores, con una antigüedad media de unos tres años, lo que, a precios normales o un poco por encima incluso, elevaría la inversión total, como mucho, a 2,3 millones de euros, un tercio de lo comprometido.

Por último, Feijoo aludió ya entonces a la puesta en marcha de un centro de clasificación automatizada de correspondencia en Mérida, cuestión que, si bien con bastante retraso, se ha puesto en marcha, y hace un par de meses arrancaron las obras, que supondrán una inversión de 9,6 millones de euros.

COBERTURA Por lo que se refiere a la cobertura de los servicios postales en la región, según el informe de Fomento, Correos da cobertura con horario completo en sólo 140 poblaciones, donde dispone de 150 oficinas, de las que 51 son propiedad de la empresa y el resto alquiladas o cedidas, dándose casos donde la atención se presta en locales de dimensiones reducidísimas, como ocurre en Campillo, Llera, Peñalsordo, Acebo, Aldeacentenera, Valdefuentes, Valdeíñigos, Valdelacasa del Tajo o Valverde de la Vera, que no superan los ocho metros cuadrados.

En el resto de la región, el servicio se da en horario reducido, limitándose en muchos lugares a la mera recogida o reparto de la correspondencia.

Y es que, pese a la dispersión poblacional en Extremadura, las inversiones de Correos se han concentrado de manera casi exclusiva en unos pocos lugares.

Así, en el 2000, el 85% de los fondos se destinó a Cáceres, Badajoz, Jaraíz y Navalmoral. En el ejercicio siguiente, las dos capitales de provincia, junto a Talayuela y Almendralejo, acapararon el 95%. En el 2002, al margen también de las capitales provinciales, Mérida, Jaraíz y Logrosán se llevaron el 74%, y en el ejercicio pasado, entre las tres principales poblaciones y Jaraíz se hicieron con el 88%. Mientras, lugares como Castuera, Hervás o Trujillo, de tamaño medio, apenas sumaban 10.000 euros en cuatro años.