Los profesionales sanitarios lo tienen claro: La industria tabaquera no se ha quedado quieta a la espera de ver los resultados de la ley antitabaco. En los últimos meses las voces que se han alzado contra el sector son muchas y entre ellas se encuentra la del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) que acusa a la industria de llevar a cabo "múltiples maniobras" para conseguir que fracase la nueva ley.

En plena tramitación de la actual normativa antitabaco en el Parlamento, sostiene el CNPT, el sector inundó el mercado de multitud de marcas de bajo precio, "algunas incluso más baratas que un refresco". El objetivo: reclutar nuevos clientes entre los más jóvenes para anticiparse a las pérdidas de ventas por el efecto de la ley.

Las marcas de bajo precio alcanzaron cuotas de mercado de hasta el 35% en total y, a pesar de tres subidas de impuestos, siguen costando en el 2006 lo mismo que en el 2005, "debido a que las tabaqueras no repercuten los impuestos en el precio final de venta, renunciando así a ganancias a corto plazo pero persiguiendo el objetivo, a más largo plazo, de reclutar nuevos clientes entre los menores de edad y asegurar el negocio en el futuro", sostiene el CNTP.

Tampoco parecen librarse de la manipulación los vendedores minoristas --quiosqueros, gasolineras...-- y la hostelería. Desde el comité señalan que la manipulación "ha sido constante" con manifestaciones, huelgas y campañas mediáticas. "El objetivo era conseguir revisar la ley y volver a autorizar los puntos de venta" para, finalmente, "hacer creer a la población que la ley está fracasando".