´Los números bajos no tocan´, dice una superstición popular que ayer quedo al descubierto. La menor cifra de la historia aparecida en un sorteo de Navidad escondía una gran fortuna. Aquellos que parecían que se arriesgaban al comprar el 00147, porque para muchos es un número "muy feo", durmieron anoche con un millón de euros --por décimo-- bajo la almohada, y los que lo rechazaron seguro que no han podido pegar mucho ojo durante la noche.

En la administración madrileña de Doña Manolita se encontraron con más de un caso. "Nos costó mucho porque la gente no lo quería y lo rechazaba: ´tiene muchos ceros´, ´esto no sale´, ...", ha explicado la lotera Concha Coronado.

A pesar de ser un número poco atractivo para los jugadores, el apóstol Santiago ha querido que la suerte peregrinara también hasta la capital gallega en el Año Xacobeo, donde la administración 3 despachó una serie de este segundo probablemente entre caminantes. En el municipios de Vélez de Banaudalla (Granada) el 00147 ha unido incluso las diferencias políticas. A la agrupación local de IU le pareció feo, pero aún así lo eligió para repartirlo entre los vecinos, y entre los agraciados está el presidente del PP de esa localidad con el que el coordinador de IU se intercambió, como de costumbre, un décimo.

En Sestao, Vizcaya, el premio ha sido a la perseverancia. Tras cuatro décadas jugándosela al 00147, 40 vecinos de la localidad ayer no se lo podían creer. Y para no variar, la famosa Bruixa d´Or de Sort también vendió 15 series de este peculiar segundo. Su propietario lo ha celebrado con piruletas, jamón y vino con partículas de oro y ha aprovechado para recordar que su ilusión de viajar al espacio podría cumplirse dentro de ocho meses.

Otras administraciones en las que ayer hicieron realidad otra ilusión se ubican en las localidades de Roa de Duero, en Burgos, Calatayud, en Zaragoza, o dos de Madrid. Todos estos municipios han pellizcado también la suerte con un número "feo" que llenaba de alegría a vecinos y foráneos cinco minutos antes de las once de la mañana del 22 de diciembre.