Sindicatos y organizaciones agrarias de la región coincidieron ayer en la necesidad de que la Administración central inicie una investigación que permita esclarecer las irregularidades en el sector de las avionetas fumigadoras denunciadas por algunos pilotos en este diario. El accidente ocurrido el martes en la pedanía pacense de Valdivia, en el que el piloto de una aeronave agrícola resultó herido de gravedad tras chocar contra una línea de alta tensión, ha encendido la alarma en un sector con un elevado índice de siniestralidad debido, según los pilotos, a las numerosas anomalías que provocan que el pilotaje cada vez sea más peligroso.

De momento, la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación tan sólo tiene previsto elaborar un informe rutinario en el que se estudien las causas técnicas del accidente del martes y asegura que de momento no se indagará sobre posibles responsabilidades.

NO ES UNA NOVEDAD

Pero lo ocurrido el martes no es una novedad, según indican desde UGT. Desde el 2002 se han producido cinco accidentes de avionetas fumigadoras en la región con varios heridos de diversa consideración --en los últimos cuatro años uno de los siniestros tuvo consecuencias mortales--. "Esto no es nuevo, los agricultores nos han comentado en varias ocasiones la situación en la que se encuentra el sector y algunos aseguran que a veces pasan miedo durante la fumigación", asegura el responsable de Campo, Juan Ogayar.

Fuentes del sector denunciaron a este diario que muchos aparatos no pasan las revisiones establecidas por ley con el objetivo de ahorrarse costes, por lo que las horas de vuelo de las avionetas deben camuflarse para que los citados chequeos se produzcan más tarde. Además, los pilotos aseguran que el elevado número de fincas que se llegan a fumigar en una sola jornada no permite un adecuado conocimiento del terreno, por lo que en muchas ocasiones se producen colisiones contra obstáculos como tendidos eléctricos o depósitos de agua. A todo ello también se suma el deficiente estado de las pistas provisionales que existen en la región.

Por todo ello, desde la organización agraria UPA-UCE aseguran que es necesario llevar a cabo una investigación que permita conocer si son ciertas las supuestas irregularidades denunciadas, "por la seguridad de los pilotos y los propios agricultores. Se sabe cuáles son las empresas y dónde están las pistas, pues que se investigue y que se den soluciones si son necesarias", indica José Cruz.

No obstante, Cruz incide en que el pilotaje de aeronaves agrícolas entraña riesgos debido a las dificultades de un terreno en el que pueden aparecer obstáculos y recuerda que el uso de este tipo de avionetas ha proliferado en los últimos años en el campo extremeño, no sólo para fumigación, también para tareas como la siembra de arroz.

SINDICATO DE PILOTOS

Por su parte, desde la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación aseguraron ayer conocer las dificultades de pilotaje con las que se encuentran los pilotos de avionetas fumigadoras, aunque declinaron hacer por el momento ninguna valoración sobre la situación que se da en Extremadura asegurando que en la actualidad no cuentan con ningún afiliado que se dedique a estas tareas y que todos sus miembros son pilotos comerciales --para pilotar este tipo de avionetas se debe estar en posesión del título de piloto comercial y de la calificación de piloto agroforestal--.

En cuanto al piloto que sufrió el accidente el martes cuando fumigaba con azufre una explotación de tomates en las inmediaciones de Valdivia, se encuentra ingresado en el Hospital Don Benito-Villanueva, en donde permanece estable, informa F. J. Horrillo. El herido, un joven de 26 años y nacionalidad argentina, tiene fracturas de tibia y peroné y quemaduras de segundo grado en cara, manos y brazos.