La crisis dificulta la renovación de convenios colectivos en la región

Los convenios colectivos pueden tener una validez anual o plurianual. Del total de los que agotaron su vigencia en el 2008, 16 (que afectan a 18.337 trabajadores) son de carácter sectorial. Gabriel Molina, del Gabinete Técnico de UGT, explica que la no renovación este año del Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva (ANC), vigente desde el 2002 y que marca las pautas en lo que a materia salarial se refiere en todo el ámbito nacional, está dificultando en buena medida la negociación de estos acuerdos. Este técnico de UGT señala que hasta ahora el ANC había fijado el aumento de sueldos teniendo en cuenta la inflación prevista por las autoridades monetarias y el Gobierno, si bien luego se incluía una cláusula de revisión que garantizase el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores en el caso de que se superasen las previsiones. En este sentido, tanto el Banco Central Europeo como el Gobierno han fijado esta previsión para el 2009 en el 2%, pero "la patronal rechaza cualquier subida por encima del 1%", dice Molina, para quien "este acuerdo ha sido bueno en las épocas de bonanza y también debe serlo ahora". Aunque los datos del IPC del primer trimestre del año parecen alejarse del citado 2% (la inflación en marzo fue del -0,1%), Molina recuerda que la inflación subyacente (la que resulta si de los incrementos de precios se restan los alimentos y la energía, los grupos de elementos más volátiles) está siendo muy superior al IPC general (1,8% en marzo).

En cualquier caso, Molina puntualiza que la posición empresarial no está siendo la misma en todos los sectores: "El mes pasado se firmó el convenio de limpieza de edificios y locales para la provincia de Badajoz y se aplicó una subida del 3,5%", ejemplifica. Por contra, en el sector del agua la negociación está siendo "más dura. Las empresas están por congelar sueldos o por subir un 1%. Se escudan en la crisis, pero no lo justifican con que estén perdiendo dinero". En este sentido, aclara que los propios convenios contemplan "cláusulas de descuelgue" para que en el caso de que la empresa tenga pérdidas pueda no subir salarios, algo a lo que no se oponen.

SITUACION DESCONOCIDA Por su parte, Alberto Franco, secretario de Acción Sindical de CCOO Extremadura, asegura que la actual era "una situación a la que nunca se había llegado. Incluso se están negando a aplicar subidas salariales pactadas en el 2008 para este 2009", asevera. Este responsable sindical cree que muchas empresas están utilizando como excusa la crisis económica: "Yo lo que les digo es que cuando se sienten a negociar lo hagan con la cuenta de resultados y el balance de situación de los últimos tres años", argumenta. Igualmente, pide a la patronal extremeña "sentido común. Cuando el IPC estaba en el 4%, nosotros fuimos responsables y apostamos por la moderación salarial".

El sector servicios, el de la panadería, el hostelero en la provincia de Badajoz, o el del comercio del metal son algunas de las actividades en las que considera que se están produciendo más problemas.

Por lo que respecta a los efectos negativos que este retraso puede originar, Gabriel Molina, de UGT, resalta que, amén del perjuicio que se cause sobre el poder adquisitivo de los empleados --aunque la subida se aplique luego con carácter retroactivo, "los trabajadores no van a tener tan definido su horizonte temporal en cuanto a ingresos", explica--, se puede "enrarecer el clima social y eso no contribuye a nada bueno". Más en tiempos de crisis: "Si no se da confianza a los trabajadores y estos pierden poder adquisitivo, creas un clima de incertidumbre", apostilla.

"El tiempo de retraso es tiempo que la empresa tiene el dinero en su poder y no el trabajador", agrega Alberto Franco, que también asegura que el alto índice de temporalidad permite que muchas veces este dinero no llegue a ser cobrado por los empleados cuyos contratos van finalizando: "Tienen derecho a reclamarlo, pero con el desempleo que existe y el temor a que no te vuelvan a contratar....".

Desde el lado de la patronal, Juan Manuel Arribas, secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex) también admite que "Está habiendo cierto retraso". Sin embargo, niega que los empresarios estén empleando la crisis como excusa: "Todo el mundo está deseando tener una regulación lo más clara posible de las relaciones laborales". "La incertidumbre nunca es buena para el empresario".

Este dirigente de la patronal extremeña incide en que "el momento es malo" y los empresarios no pueden abordar "como querrían las demandas de los sindicatos. Tenemos que ser competitivos". Juan Manuel Arribas justifica el que las empresas pretendan situar la subida salarial base por debajo del 2% previsto de inflación en que "El Gobierno ha modificado sus perspectivas ya en cuatro ocasiones" y en que, independientemente de que se tengan o no pérdidas, "Lo que tiene que hacer el empresario es anticiparse cuanto antes a las circunstancias, no A su juicio, en estos momentos es más necesario que nunca que las empresas tengan estabilidad tanto en la vertiente económica como en la de las relaciones laborales: "Tiene que existir un clima de confianza mutua entre empresarios y sindicatos. Todos tenemos que hacer un esfuerzo y una apuesta por la competitividad".

Sea como fuere, el secretario general de la Creex pronostica que finalmente habrá entendimiento ya que "El clima de diálogo social en extremadura es muy bueno, y a pesar de las tensiones, no creo que llegue a haber conflictos".