La crisis económica, como sostiene el consejero de Administración Pública y Hacienda, Angel Franco, no está pasando factura a los estancos ni a los propietarios de las máquinas de distribución de cajetillas de tabaco. Los ciudadanos se están apretando el cinturón a la hora de consumir y gastar, pero no cuando se trata de fumar. Entre enero y noviembre las ventas de productos derivados del tabaco han alcanzado ya los 11.287 millones de euros, casi 400 millones más que en el mismo periodo del 2007. En Extremadura los ingresos han pasado de 248 a 263 millones.

Todas las variedades han incrementado sus ventas: desde los cigarrillos a los cigarros puros, pasando por el tabaco para pipa. Pero si hay un producto que esta viviendo un auténtico boom en medio de esta situación es el tabaco para liar. Solo en Extremadura la demanda de esta variedad casi se ha duplicado. De 286.427 bolsas o latas en los 11 primeros meses del 2007 se ha pasado a 503.559 en este ejercicio. Y lo mismo ocurre a nivel nacional, donde la venta se ha incrementado en 20 millones de bolsas, hasta alcanzar 80.800.000 unidades.

¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué este incremento tan espectacular de las ventas de tabaco de liar? Los estanqueros consultados por este diario en la ciudad de Cáceres apuntan en la misma dirección: el ahorro. "Es más barato que en cigarrillos", aseguran, aunque la diferencia entre unos y otros se acorta al tener que comprar también el papel. Pero hay más, porque no solo se trata de pagar menos en el estanco. "Es más puro, de mayor calidad, no tiene tantos aditivos y llena más. Te cuesta mucho más fumarte un cigarro con tabaco de liar que uno de los que vienen en los paquetes", continúa explicando en una expendeduría.

Más variedad

No es el único cambio que están percibiendo en los últimos meses. La industria también está tomando nota de este incremento de la demanda: "Cada vez nos llegan más marcas con su tabaco para liar y con diversas variedades".

A pie de estanco los propietarios aseguran que sí que ha aumentado el consumo de tabaco en general, aunque no se atreven a vincularlo a la crisis. Simplemente constatan el alza en la demanda. ¿Y la venta a los portugueses, como defiende la Junta de Extremadura, puede estar entre los motivos? Su respuesta es que dudan de que la demanda desde el país vecino sea tan alta.

La mayoría prefiere no pronunciarse sobre la ley antitabaco. "Apenas nos ha influido", advierten. Eso sí, ninguno comparte la necesidad de endurecer la normativa para prohibir fumar en el 100% de los espacios y establecimientos cerrados.