La profunda crisis que lleva padeciendo desde hace dos años el sector del ibérico ha obligado a reducir sensiblemente el censo porcino en la región. Según los datos de la Junta de Extremadura, entre junio del 2007 y mediados de este mismo mes, el número de animales destinados a la reproducción ha pasado de 225.925 a 177.680, lo que supone una caída del 21,3%. Sin embargo, desde la Asociación Española de Criadores de Ganado Porcino Selecto Ibérico Puro y Tronco Ibérico (Aeceriber) se considera que en estas cifras podrían estar contabilizándose todavía algunos animales sacrificados en los últimos meses, por lo que elevan la caída a entre un 25 y un 30%.

Pero ya no solo se trata de que esté disminuyendo el número de madres, si no de que las que quedan cada vez producen menos porque para los ganaderos deja de ser rentable criar los animales. "Muchas de ellas están improductivas", confirma Elena Diéguez, secretaria técnica de Aeceriber. Esto se traduce en una bajada aún mayor en el número de animales que nacen (y, por tanto, de posteriores sacrificios), una caída que la organización agraria UPA-UCE sitúa en torno al 50% respecto al 2007.

A la actual situación del ibérico se ha llegado principalmente por la confluencia de dos factores: el desmesurado incremento de los costes del pienso, que comenzó a mediados del 2007 a causa del encarecimiento de los cereales y, sobre todo, las continuas bajadas en el precio de la carne. "Veníamos de una situación de bonanza, al menos para las grandes explotaciones, y de repente dejó de haber mercado. La gente se encontró con un montón de producto que no podía vender", relata Antonio Prieto, secretario de Ganadería de UPA-UCE.

Según Prieto, en los últimos dos años el precio de la carne curada ha caído en torno a un 50%. "No compensa seguir cebando cuando los precios están a la mitad", subraya este responsable de UPA-UCE, que asegura que "muchas explotaciones están perdiendo dinero y en otras apenas si se están cubriendo costes". Y en cuanto a los piensos, Prieto asegura que aunque los cereales hayan moderado sus precios en los últimos meses, la bajada repercutida al ganadero "ha sido insignificante".

Los datos facilitados por la Junta reflejan un pequeño incremento en la cifra de explotaciones durante los dos años de crisis, de 11.291 a 11.522. Sin embargo, Antonio Prieto sí considera que "Han cerrado algunas explotaciones, casi todas de pequeño tamaño". "Otras están esperando a ver que pasa --prosigue--. Si no hay movimiento, van a empezar a cerrar más explotaciones. La gente ha tenido una capacidad de aguante increíble. Hasta que no están arruinados, los agricultores y los ganaderos no cierran".

Elena Diéguez va más alla y apunta que "el 80% de las explotaciones de cebo están cerradas", ante la falta de actividad. "El registro de explotaciones permite seguir dado de alta hasta un periodo de dos años sin que haya ganado dentro", argumenta.

Otro de los problemas que acucian a los ganaderos de ibérico es el de la falta de liquidez. "Están completamente vetados por el sector financiero", dice Diéguez. "Faltan fondos que permitan la distribución o el sacrificio. Hay un parón de toda la cadena. Todo está estancado",

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