Los sindicatos CCOO y UGT de Madrid y los partidos PSOE e IU denunciaron ayer que los responsables políticos de las administraciones madrileñas, en manos del PP, trataron de "boicotear" la manifestación del sábado al no reforzar adecuadamente los servicios públicos de transporte ante la previsible avalancha de usuarios que se desplazaron al centro de la ciudad.

Centrales y formaciones de izquierda pedirán la dimisión del delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, si confirman sus sospechas de que impidió a Renfe ampliar el servicio de trenes de cercanías. Según Francisco Naranjo, portavoz de CCOO de Madrid, la dirección de Renfe "estaba dispuesta" a mantener el servicio como si fuera un día laborable, pero Ansuátegui se opuso. Este sindicato y UGT acusan al Ministerio de Fomento, que dirige Francisco Alvarez-Cascos, como responsable político último de las deficiencias del servicio.

QUEJAS A LAS EMPRESAS

Las quejas se llevarán al Consorcio Regional de Transportes, en el que están representados sindicatos, partidos y asociaciones de usuarios. Los sindicatos recabarán también información de los directivos del metro y de la empresa municipal de transportes, que gestiona los autobuses urbanos. Según el director gerente del metro, Aurelio Rojo, la compañía reforzó en un 70% el servicio, una medida similar a eventos como la cabalgata del día de Reyes, informa Efe.

RUIZ-GALLARDON CALLA

Ayer, el presidente madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, candidato del PP a la alcaldía, no quiso contestar a las preguntas de la televisión autonómica sobre los problemas del transporte del sábado. Los dirigentes madrileños de los sindicatos y partidos convocantes de la protesta denunciaron el boicot de autoridades municipales y autonómicas.