La existencia de los pasos a nivel, donde las vías del tren se cruzan con calles o carreteras, es un hecho heredado del desarrollo histórico en la construcción de la línea férrea. Y parece que en ellos, extremar la precaución no es suficiente. En la última década, ocho personas han perdido la vida en la región mientras intentaban cruzar las vías del tren. Caminando o en coche, creyendo que el momento elegido era el adecuado. Cinco hombres y tres mujeres, la última de ellas, ayer. Y en la mayoría de los casos, el accidente es resultado de la imprudencia del fallecido.

El 15 de noviembre del 2003 fallecía un hombre de 42 años, en extrañas circunstancias, tras ser arrollado por un tren cerca del puente de la N-V, en Navalmoral de la Mata. Al año siguiente sería peor, pues dos hombres perdieron la vida en días consecutivos. El día 4 de septiembre fallecía en Mérida un joven tras cruzar la vía por un lugar inadecuado, y al día siguiente, el día 5, era un hombre de 74 años el que perdía la vida en Cáceres, al resultar degollado por el impacto de un Talgo que cubría el trayecto Madrid-Badajoz. Dos años después, en el 2005, una mujer de 76 años murió en Navalmoral de la Mata al cruzar las vías con las barreras del paso a nivel ya bajadas.

Los siguientes accidentes se registraban en los años 2006, 2007 y 2009. En el primero, un hombre perdía la vida tras ser arrollado por un convoy en Mérida. En el 2007 fue también un hombre el que falleció después de un atropello en las cercanías de la estación de Llerena, aunque en este caso no fue en un paso a nivel. Y la última de las víctimas, antes de la anciana de 80 años que perdió la vida ayer, fue otra mujer a la que un tren se llevó por delante el pasado mes de marzo, en uno de los pasos elevados de la localidad pacense de Villanueva de La Serena.

Más suerte tuvieron tres hombres que, en el 2005, resultaron heridos en un paso a nivel de Quintana de la Serena, cuando una locomotora se llevó por delante el camión en el que viajaban.

Plan de seguridad

El Ministerio de Fomento ya puso en marcha en el año 2005 el Plan de Seguridad en Pasos a Nivel, que contempla tanto la supresión de estos como las mejoras en la seguridad de aquellos que están a la espera de ser eliminados. El plan se elaboró con dos periodos. El primero, ya concluido, se llevó a cabo entre los años 2005 y 2008, y en él se suprimieron los pasos de mayor riesgo. Y en el segundo, que ha entrado en vigor este año y se prolongará hasta el 2012, habrán de eliminarse todos los demás.

Según explica la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), actualmente existen unos 300 pasos a nivel en Extremadura. La empresa estatal tiene encomendada la tarea de suprimir 56 de ellos y mejorar la seguridad de los restantes.

En 19 ya se están llevando a cabo las tareas de eliminación, 18 están en fase de licitación de obras y 12 en fase de licitación del proyecto. Asimismo, se está redactando el proyecto de supresión de otros siete, y nueve aún no se han abordado. Las obras, que serán sufragadas con los fondos del Plan E, afectan a las líneas Madrid-Valencia de Alcántara, Mérida-Los Rosales, Zafra-Huelva, Zafra-Jerez de los Caballeros y Aljucén-Cáceres.

Junto a estas medidas, la normativa del plan ya apostó por prohibir la creación de nuevos pasos a nivel o exigir que los que se construyan sean aéreos o subterráneos, así como la eliminación de los que están en tramos en los que se puede circular a más de 160 kilómetros por hora. También se utilizan señales luminosas, barreras o carteles señalizadores para evitar riesgos, pero se recuerda siempre que son los conductores o peatones los que han de extremar la precaución y saber cómo se debe actuar en todo momento en estos puntos de máximo peligro.