Al margen de las sociedades autonómicas del grupo fomento --cuya existencia se justificaría por la necesidad de impulsar campos como la actividad turística, infraestructuras industriales, exportaciones, imagen exterior o iniciativas empresariales-- las administraciones extremeñas están presentes en otros muchos campos que abarcan hasta 38 sectores económicos.

En el ámbito local, lo que priman son las empresas agroganaderas, con un total de ocho sociedades constituidas, la actividad de gestión inmobiliaria y construcción, que suma otras tantas firmas de capital público municipal, y los mataderos, con tres sociedades. Además existen sociedades que llevan a cabo inversiones en recursos naturales, turismo, e, incluso, la distribución de la electricidad en baja, como es el caso de las empresas de Alconera y Coria, cuyos dueños , los ayuntamientos de estas localidades, han recibido alguna que otra tentadora oferta de las grandes compañías.

Menos numerosas, pero también con presencia municipal, estarían áreas tan diversas como la fabricación de bicicletas o alfombras, los medios de comunicación, la gestión de impuestos o el transporte público.

En cuanto a la Junta, y a diferencia de lo que ocurre con los ayuntamientos, la mayor parte de las presencias en el mundo empresarial es a través de participaciones minoritarias en distintos proyectos.

Estas participaciones se han venido canalizando utilizando como instrumento a la Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura (SOFIEX), cuya función teórica es participar en el capital social y luego retirarse cuando la empresa esté en funcionamiento.

En este momento, y según los últimos datos de la propia SOFIEX, la Junta es accionista minoritaria en 17 proyectos industriales que llevan más de un lustro en marcha, y en algunos de ellos su presencia supera la década.

En cuanto a los sectores, priman la agroindustria, la hostelería, las fábricas de envases y la producción de plásticos.

A partir de ahí, los campos que toca el capital público autonómico son muy variados, y van desde los precocinados hasta la metalurgia, pasando por la fabricación de muebles o pintura, el reciclaje, la minería, la cerámica o los parques temáticos.