La vocación de Ismael era ser militar, pero un accidente de tráfico hace 10 años truncó su sueño de ingresar en la Marina. Nació en Lugo, pero desde hace dos años vive en Badajoz. Los actos con motivo del Día de las Fuerzas Armadas han hecho posible que haga realidad una de sus ilusiones: jurar la bandera. "Era algo que tenía pendiente, hoy he conseguido realizarlo y me siento muy feliz. He sentido una emoción muy intensa", contaba tras la ceremonia castrense.

Los mismos sentimientos inundaban a Jesús, que con 80 años era uno de los jurandos de mayor edad. El juró bandera por primera vez en la milicia universitaria. "Se me presentó la oportunidad de renovar el juramento y para mí significa mucho, sobre todo, cuando España está en entredicho", decía.

Gloria, pacense de 21 años e hija de militar, juró bandera junto a un grupo de amigas. La joven reconocía que le hacía mucha ilusión participar porque aunque de momento no ha podido seguir los pasos de su padre, "en el futuro lo haré", aseguraba.

Miguel acudió junto a su mujer, Pura, y dos de sus cuatro hijos. "Creo que todos debemos sentirnos españoles y hemos decidido venir en familia", explicaba. Virginia y Antonio son pareja y quisieron jurar bandera juntos. Para "vivir esta experiencia" vinieron de Madrid. "En mi caso, que no pude hacer la mili, es una gran ocasión", comentaba Antonio.

Como ellos, 400 civiles (200 mujeres y otros tantos hombres) participaron en la jura de bandera más multitudinaria que recuerda la ciudad (en la anterior en octubre del 2008 fueron 187), que contó con la presencia de la ministra de Defensa, Carme Chacón, que presidió su primer acto en Badajoz con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, junto al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara; el JEMAD, Julio Rodríguez; la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, y el alcalde, Miguel Celdrán. En la subida y bajada de las autoridades a la tribuna hubo abucheos y pitidos de un sector del público. A finalizar algunos explicaron que se quejaban "por la organización", ya que les habían impedido acercarse más. Pero los abucheos que despidieron a Vara y a Chacón al subir a sus coches, frente a los aplausos que se llevó Celdrán, procedían, según denunció el PSOE local, "de miembros del equipo de gobierno en el ayuntamiento y de sus familias" a quienes --añadieron-- secundaron jóvenes de NNGG.

El calor intenso no mermó la ilusión ni de los jurandos ni del público que se citó en torno a Puerta de Palmas. Para hacer más ágil el acto se colocaron dos banderas, un estandarte del Regimiento Castilla y una enseña de Infantería de Marina. El coronel de Infantería Juan Ortí recordó que al jurar la bandera se adquiere un compromiso, que no requiere de un contrato, pero es símbolo de entrega y sacrificio. La ceremonia culminó con una pasada de la Patrulla Aguila "en homenaje" a los jurandos.