"Del Presupuesto al hecho hay un buen trecho". Ese bien podría ser el refrán popular que asegura que es muy fácil hablar y anunciar, y algo más difícil llevar las cosas a buen término. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) son un ejemplo claro, y más ahora, cuando se utilizan como base para hacer crítica política las cuentas de años anteriores.

Lo que no se tiene en cuenta a la hora de hacer este tipo de valoraciones es que los Presupuestos iniciales, los que se presentan cada año a bombo y platillo, tienen poco que ver con lo que realmente se ejecuta. Basta tomar como ejemplo los PGE del año 2003, el último ejercicio completo del Ejecutivo del Partido Popular presidido por José María Aznar.

Los diputados extremeños del PP en el Congreso de los Diputados anunciaban entonces que el Gobierno central invertiría en la región en el 2003 nada menos que 260,36 millones de euros, lo que supondría un incremento de más del 16% con respecto al 2002. Entre las prioridades, las infraestructuras de todo tipo, incluidas las hidráulicas, con fuertes inversiones para garantizar el cumplimiento del Plan Hidrológico Nacional.

Pero un reciente informe del Ministerio de Economía --presentado al Congreso de los Diputados y al que ha tenido acceso este diario-- revela que, en realidad, las obligaciones reconocidas (el dinero comprometido) durante ese ejercicio presupuestario ascienden a 212,28 millones de euros.

El resultado

Es decir, casi un 20% menos de lo anunciado inicialmente. O, dicho de otra forma: el Gobierno no destinó a inversiones extremeñas cerca de 50 millones de euros (más de 8.000 millones de las antiguas pesetas) que había previsto para Extremadura. O también: que en lugar de aumentar un 16% el Presupuesto en realidad se redujo un 5%.

Aunque es habitual que a lo largo de un año haya pequeños cambios en la ejecución de unos Presupuestos, lo cierto en que a lo largo del año analizado el Ejecutivo dio un vuelco a las cuentas que había diseñado para la comunidad extremeña. Así, se aumentaron los fondos en más de un 25% en los ministerios de Justicia e Interior, se incrementaron un 14% en Fomento (con casi 20 millones de euros por encima de la partida inicial) y apareció dinero para Trabajo y Asuntos Sociales, Administraciones Públicas y Agricultura.

En el extremo contrario, desaparecieron partidas de Defensa (se invirtió un 48% menos de lo previsto), Hacienda (un 75%), Educación (un 90%) y Medio Ambiente (un 70%). Este último es el caso más llamativo de todos y avala el importante retraso que sufre en la región la ejecución del Plan Hidrológico Nacional.

Obras hidráulicas

En concreto, en el 2003 el Ministerio de Medio Ambiente tenía previsto invertir 95,4 millones de euros en Extremadura y era una de las apuestas del Ejecutivo del PP, que hablaba de importantes "infraestructuras hidráulicas" para la comunidad. Pero de todas sólo se comprometieron 28,8 millones de euros, el 30% del total.