Que el número de denuncias sobre violencia de género en el ámbito familiar se haya incrementado en los últimos meses responde a diversas cuestiones, todas ellas relacionadas entre sí. Una de éstas, el hecho de que la violencia de género está saliendo de la esfera de lo privado, de lo doméstico, y se empiece a mirar como una cuestión pública, rompiendo así la idea tradicional de que era una cuestión que pertenecía a la relación y vida íntima de dos personas.

Esto ha conllevado a su vez un cambio en las actitudes de quienes deben intervenir en su persecución y enjuiciamiento, de tal manera que las mujeres víctimas de violencia de género comienzan a recuperar la confianza en la Administración de Justicia. De la misma manera, ese cambio de concepción de la violencia de género, esa confianza en la justicia, hace también que se tarde menos en denunciar, que si hasta no hace mucho los estudios indicaban que una mujer tardaba en denunciar casi 10 años, ahora la primera denuncia se presenta al poco de comenzar el ciclo de violencia.

Por último, el debate sobre la Ley Integral contra la Violencia de Género ha provocado un debate social en el que se ha puesto de manifiesto la necesidad de prevenir modelos de comportamiento violentos, alentando así a quienes sufren estos actos a ponerles fin y evitar que se repitan de generación en generación.

*Abogada.