Como una industria. Así se podría comparar al Banco de Sangre de la región. Una industria donde es preciso que todos los elementos de la cadena de montaje estén bien coordinados para que del resultado final --la sangre-- se beneficien cientos de enfermos.

En primer lugar, se debe promocionar y planificar la donación por los pueblos. Para ello se cuenta con la colaboración de las Hermandades de Donantes de Sangre de Extremadura, que cooperan con el Banco de Sangre haciendo también actividades divulgativas por colegios, asociaciones y colectivos de donantes, entre otras instituciones.

Unidades móviles

Después, se desplaza una unidad móvil con un equipo del banco de sangre, que está compuesto por un médico, enfermeras y un conductor-celador, y se realiza la extracción de sangre. Esta se almacena y se lleva al banco para su posterior tratamiento.

Una vez que llegan las donaciones, lo primero que se realiza es el filtrado de la sangre. Con él se rechazan los glóbulos blancos, porque pueden presentar problemas.

A continuación se divide la sangre en hematíes, que son los glóbulos rojos, en plaquetas y plasma. Esta división se realiza en unos tubos especiales y se analizan para detectar si contiene alguna enfermedad. El análisis se denomina serología, y sirve para detectar si la sangre analizada contiene anticuerpos contra el sida, la hepatitis C u otras enfermedades.

Seguidamente se realiza la división en grupos sanguíneos, los más comunes son el O+ y el A+, y el menos común el AB-. Hay que destacar también que en el laboratorio se hacen controles de calidad para que el producto final sea el esperado.

Por último, se almacenan en neveras frigoríficas. Las condiciones de conservación son distintas según sean hematíes, plaquetas o plasma. Los primeros se conservan a cuatro grados, las plaquetas a 22, y el plasma debe estar, como mínimo, a unos 30 grados bajo cero.

La sangre se distribuye según las necesidades de los centros sanitarios receptores, clínicas privadas, hospitales del Servicio Extremeño de Salud y los de otras comunidades autónomas

El Banco de Sangre de Extremadura es como un hospital, funciona 24 horas y todos los días de la semana. Para que todas las actividades se lleven a cabo con eficacia y precisión cuenta con un equipo de 44 personas y 20 de ellas se dedican a recorrer toda la región acudiendo a las colectas. Estas dos decenas de personas se dividen en cuatro grupos, uno por cada unidad móvil.

Para hacerse una idea, una unidad puede recorrer al año 30.000 kilómetros desempeñando su trabajo sin salir de las fronteras extremeñas.

En el banco de sangre también trabajan un hematólogo y otras 15 personas que se dedican a las tareas del laboratorio, además de personal administrativo y de limpieza.