Ha llegado hasta la sede de Naciones Unidas en Nueva York para alzar su voz en favor de un pueblo olvidado por la justicia, que lleva décadas sufriendo un genocidio olvidado por la comunidad internacional, y de cuya solución hace responsable a las instituciones políticas españolas. "Somos los únicos que podemos parar el genocidio del pueblo saharaui", dijo ante algunos de sus representantes, asistentes al acto.

El Observatorio de Derechos Humanos del Ilustre Colegio de Abogados de Badajoz lleva años detrás de una causa que tiene su origen "en el cansancio del silencio" de quienes sufren la "represión" y la "tortura", un pueblo condenado a vivir en campamentos de refugiados. "Si nosotros nos merecemos la Medalla de Extremadura, qué se merecen ellos", preguntó en voz alta. Dedicó la distinción a todos los "olvidados" por una causa para la que exige el triunfo de la verdad de un "pueblo inocente".