La juez titular del Juzgado de Instrucción número 2, Carmen Romero, decretó ayer el ingreso en prisión de dos de los imputados por el tiroteo que tuvo lugar en Mirandilla el pasado domingo, y que causó tres heridos. La prisión provisional incondicional y sin fianza afecta al cabeza de la familia Molina, Juan Francisco Molina y a uno de sus hijos, Rufino. A ambos se les imputan los delitos de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas.

Un tercer detenido, Antonio, yerno de Juan Francisco, no prestó declaración al haber sido ingresado en el Hospital Psiquiátrico de Mérida en la noche del domingo, tras sufrir, al parecer, una crisis epiléptica. El cuarto detenido, Fernando, amigo de la familia y que se encontraba en la casa en el momento del tiroteo, fue puesto en libertad al considerarse que estaba "ocasionalmente" en el lugar y no estuvo involucrado en los hechos.

Además, la juez ha prohibido que Presentación Barrena, esposa de Juan Francisco, y María, hija de ambos, "ingresen o residan" en Mirandilla durante el tiempo que dure la instrucción del proceso.

Los cuatro detenidos prestaron declaración asistidos por su abogado, Raúl Norberto Esains, desde aproximadamente las 9.30 de la mañana hasta pasadas las 14.00 de la tarde.

MIEDO INSUPERABLE A la salida del juzgado, el abogado de los Molina apuntó que habían solicitado a la juez que se rechazase la tentativa de homicidio "porque no ha habido ninguna persona con heridas que hayan puesto en riesgo su vida". Esains apuntó en todo caso que "esto no ha hecho más que comenzar" puesto que ahora el juzgado número 3, ante el que comparecieron los imputados por ser el que estaba de guardia, debe inhibirse y pasar la causa al número 2, que es al que le corresponde por turno.

Será en este momento, posiblemente el lunes, cuando la defensa presente recurso contra la prisión decretada hoy. El abogado señaló que la defensa trata de demostrar "que esta gente actuó o en legítima defensa o motivada por un miedo insuperable, que son en todo caso eximente s de responsabilidad penal", y agregó: "No ha tirado a matar a nadie, simplemente ha cogido la escopeta para parar la turba que le incendiaba la casa y se le metía dentro".

En cuanto a Presentación, a la que se imputan amenazas al alcalde de Mirandilla, José María Carrasco, Esains indicó que en su declaración afirma que llamó auxilio "y no hubo manera y pasó lo que pasó" El abogado también se preguntó cómo se habla de incidentes continuados protagonizados por los Molina "cuando nunca han lesionado, matado o herido a nadie, y realmente no hay ningún antecedente judicial o policial que certifique que han cometido delitos en Mirandilla".

PRUEBA DE LA PARAFINA Esains continuó comentando que lo que no debe permitirse "es que se tome la justicia por mano propia", y aseguró: "Tendrá que venir mucha gente a declarar", puesto que, a su juicio, se actuó en defensa propia "porque se estaban subiendo por ventanas y tejado, y la Guardia Civil fue llamada, pero todos sabemos que hay problemas operativos y la pareja que acudió fue superada y agredida, y se causaron daños a varios vehículos policiales, aparte de los cinco coches volcados y la moto de Rufino que fue quemada". El letrado advirtió de que "eso son delitos de los que alguno tendrá que responder".

Según afirmó "la familia está muy mal" y no entiende lo sucedido, "salvo que les tienen manía por cosas que no voy a desvelar pero que son totalmente desproporcionada para una reacción así frente a una familia que está indefensa dentro de la casa". En su opinión "si no llega a esgrimir esa defensa, porque no tenía más cartuchos, estaríamos hablando de otros resultados, porque la cosa estaba en tal punto que no se respetó ni a las fuerzas de seguridad".

Respecto a cómo sucedieron los hechos, Esains explicó: "Sólo el padre disparó, por eso no estamos de acuerdo con la prisión provisional de Rufino". De hecho, y según comentaron a EL PERIODICO fuentes del caso, al hijo se le ha realizado la prueba de la parafina para detectar rastros de pólvora en sus manos y dilucidar si disparó, que han resultado negativas.

"El padre disparó, el rama era suya y la tuvo que usar como último recurso porque ellos habían llamado a la Guardia Civil, pero el tiempo en que tardaron en juntar 30 o 40 efectivos la gente trepaba por ventanas y tejados", manifestó el abogado, y agregó: "Francisco dispara para defenderse, contra la ventana y hacia fuera hacia el suelo, no con ánimo de matar, y en todo caso las heridas son leves, por lo que no se ajusta a derecho mantenerlos en prisión porque nadie corrió peligro de muerte".

LINCHAMIENTO En cuanto a la intención del Ayuntamiento de Mirandilla de personarse como acusación particular, Esains dijo no entenderlo "porque no ha sido víctima de delito ni ha tramitado causas por alteración de la paz pública".

En cambio, aseguró que "tendremos que ver muy bien la autorización para la manifestación del día anterior (el sábado9 porque yo creo que la Subdelegación del Gobierno no dio autorización para que se organizase un linchamiento, sino que sería para manifestarse por la paz, por la seguridad, por un motivo legítimo".

Al transformarse esta concentración, a su juicio, "en un ajusticiamiento", explicó que "habrá que ver también si el ayuntamiento cumplió con el deber de garantizar la seguridad y la vida de todos los ciudadanos".

Por este motivo anunció que se pedirá la ampliación de declaraciones "que se citen testigos y se hagan ruedas de reconocimiento para identificar a quienes provocaron daños, porque ustedes saben que se saqueó un concesionario de automóviles, por lo cual va a haber denuncia, y también se han volcado coches y se ha quemado una moto". En todo caso el abogado explicó que de momento no se denunciará a nadie.

Los pasos a dar a partir de ahora será recurrir ante el Juzgado de Instrucción número 2 cuando el 3 le pase la causa "y veremos si este juzgado ratifica la prisión", y llamar a declarar "a los identificados como manifestantes agresores y que sean reconocidos por mis defendidos".