Extremadura es una despensa de kilovatios para el resto de España. La comunidad, una de las principales productoras pero con un índice de consumo por habitante de los más bajos del país, es una gran exportadora de energía eléctrica.

Según los últimos datos que maneja la patronal eléctrica Unesa, Extremadura produce el 9,35% de la energía total española del régimen ordinario (no incluida la eólica, solar y otras renovables), lo que equivale aproximadamente a unos 20.000 millones de kilovatios hora (KWh).

El ránking de producción en España lo lidera Cataluña (tiene dos centrales nucleares con tres grupos operativos), con el 17% del total nacional, seguida de Castilla y León (14%), Galicia (10%), Andalucía (9,8%) y Extremadura (9,35%), que ocupa el quinto lugar del escalafón.

El diferencial entre la escasa demanda y la elevada producción energética de Extremadura sirve para abastecer a otras regiones del centro y sur peninsular, principalmente la Comunidad de Madrid, que es un enclave netamente importador de electricidad.

El 80% de la energía que se produce en Extremadura es de origen nuclear. La capacidad de generación se verá incrementada en los próximos años si prospera la instalación de parques eólicos en territorio regional y con la construcción de alguna de las centrales de ciclo combinado que están proyectadas, las cuales se perfilan como un recambio para la nuclear de Almaraz a medio plazo.

Las comunidades autónomas españolas donde menos energía eléctrica se produce son Cantabria, Madrid, Murcia, La Rioja y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que en su conjunto no aportan más del 1,1% de la producción total nacional en régimen ordinario.

Desequilibrio

Con respecto al consumo, y teniendo en cuenta los datos de Unesa del 2004, la situación es diferente. Cataluña y Andalucía, con un 18% y un 14%, respectivamente, copan los primeros lugares, seguidos de Madrid (11,3%) y Valencia (10,1%). En este ránking, Extremadura ocupa el penúltimo lugar, con 1,7%, sólo por delante de La Rioja.

En cuanto a la distribución del consumo por sectores, industria, construcción y servicios acaparan el 68% del total, mientras que el uso residencial se limita al 26%, quedando un 6% como otros consumos .