El otro pilar fundamental de este estudio es la alimentación. Por una parte, se analiza la composición del desayuno, considerada como una comida importante para poder afrontar la primera parte del día. En este sentido, la mayoría (68%) se conforma con tomar leche, café, cacao o zumo acompañado de tostadas, cereal, galletas o cualquier tipo de bollería. Otro 16% tan solo ingieren algo líquido y hay unos 37.000 extremeños que optan por no consumir nada después de levantarse, es decir, no desayunan.

La recomendación de los médicos es realizar un desayuno completo, que al menos incluya cereales --pan, cereales o galletas--, algún producto lácteo --leche, yogur, queso...-- y fruta. Sin embargo, en Extremadura solo optan por este tipo de menús a primera hora de la mañana el 5,3% de la población, el índice más bajo del país. "Se le presta poca atención por el tipo de sociedad en el que vivimos, donde tenemos prisa para todo, como para ir al trabajo, y porque la jornada laboral ya no es tan exigente. Nuestro cuerpo ya no requiere un gasto energético tan alto como antes", explica el doctor Robles, que recuerda que lo aconsejable es dedicarle media hora al desayuno y aportar todos los componentes.

Por otra parte, la Encuesta Nacional de Salud también permite analizar el patrón de consumo de alimentos de los ciudadanos de la región. Así, los extremeños destacan por un consumo diario de fruta por encima de la media (68% come alguna pieza todos los días), algo que también ocurre con la carne --el porcentaje de consumidores de estos productos tres o más veces a la semana es de 68,7%-- y el pan. Por contra, están por debajo de lo habitual en el conjunto de España en la ingesta de pescado, de arroz, pasta y patatas, así como en el de verduras y hortalizas.