Pasaban cinco minutos de las doce de la mañana cuando la mayoría de los pacenses que en esos momentos hablaban por teléfono vieron su conversación interrumpida y sin posibilidad de recuperarla. Desde el resto de la región también era imposible contactar con la capital. Por las calles, muchas personas caminaban con el móvil en la mano marcando una y otra vez, y en oficinas, instituciones, empresas y establecimientos de todo tipo, siempre con igual resultado: las líneas estaban saturadas, había sobrecarga, o simplemente comunicaba. De este modo la ciudad fue tomando conciencia de que se encontraba bajo los efectos de un apagón telefónico que afectaba a líneas fijas de Telefónica y a las móviles de Movistar.

El apagón afectó a toda la ciudad, y también a las comunicaciones de las fuerzas de seguridad y emergencias. La Policía Nacional, Guardia Civil, policía local, bomberos, Protección Civil y 112 estuvieron comunicados gracias a una red de emergencia habilitada por la Delegación del Gobierno.

Pero hubo quien se benefició del apagón, algún amigo de los ajeno aprovechó para hacer su día sabiendo que las víctimas no podían denunciar el suceso. A las 13.15 horas en la farmacia de Santo Cristo de la Paz, en San Roque, entró un hombre de 35 a 40 años vestido con un mono verde del Servicio de Limpieza y una bufanda pidiendo todo el dinero de la caja. Juanjo Rico, copropietario, se encontraba con una auxiliar y una inspectora de Sanidad cuando entró el atracador esgrimiendo un cuchillo de cocina de 15 a 20 centímetros. En total se llevó 500 euros.

Las víctimas intentaron llamar al 091 y al 112 pero hasta pasadas las 14.00 no lograron hacerlo. Los vecinos comentaban que "se había producido un robo similar en Suerte de Saavedra", explicó Rico, pero este punto no se confirmó.

A partir de las tres de la tarde se fueron restableciendo algunas líneas, "las de números impares", según algunas fuentes policiales; otras que permanecieron cortadas hasta pasadas las cinco de la tarde. Aparte de los sucesos señalados, ni la Policía Local, ni la nacional, ni los bomberos, ni el 112 ni la Guardia Civil registraron otras incidencias graves, que se supiera.

Un agente de la policía local manifestó que las patrullas que estaban en la calle vigilaban con "especial atención por si había requerimientos de los ciudadanos y los locales, comerciales por si necesitaban algo, pues no podían comunicar con nosotros por teléfono". Tampoco recibieron denuncias de incidentes graves después de restablecerse las líneas. Solo una persona llamó porque quería denunciar a su operadora de móvil por el apagón y se le explicó que podía hacerlo en el juzgado o en comisaría.

Un portavoz del 112 explicó a este diario que estuvieron "en contacto en Telefónica, que informaba de la evolución del problema, que afectó a diversos puntos de la región; no fue solo en Badajoz; y nos hemos mantenido comunicados con las fuerzas de seguridad y de emergencia mediante una red especial". Las incidencias que recibió el servicio se atendieron "por un sistema alternativo de comunicación".