La mejor virtud de la soprano Sonsoles Espinosa, madre de Laura y Alba y casada con un político llamado José Luis Rodríguez Zapatero, es que no se sabe nada de ella que esté relacionado con la actividad de su marido. Me quedo con lo obvio: es una mujer que ronda los 50, con aire cultivado y atractiva por sus gestos inteligentes y una figura estilizada de madre moderna. Ni siquiera sé cómo suena su voz de soprano. No quiero saber nada más. Sobre todo porque cabe la posibilidad (aunque su cara no dice eso) de que se revele en una entrevista como preocupada esencialmente por los problemas de la infancia o la recuperación de los ludópatas. En su caso, esas tareas fundamentales se convierten en cursilerías impropias de alguien que, como es el caso, tiene cara de inteligente y de pasar por ahí. Dejémoslo para Ana Botella y quienes lo hacen en serio sin necesidad de haberse casado con alguien famoso.