La gran fiesta de los demócratas se vio ensombrecida por el desmayo que sufrió durante el almuerzo en el Capitolio una de sus voces más respetadas, el senador Ted Kennedy. El hermano del presidente asesinado, a quien le fue diagnosticado un tumor cerebral en mayo, fue evacuado en camilla del edificio del Congreso y trasladado en ambulancia al hospital. "Una parte de mí está con él", afirmó Obama durante su intervención. Otro senador, Robert Byrd, de 91 años, también tuvo que recibir atención médica.