Lejos queda ya el romanticismo y la intriga criminal de las historias de detectives míticos como Sherlock Holmes, Poirot o Colombo. Los detectives de hoy en día se han adaptado a los tiempos y han hecho del fraude en las bajas laborales uno de sus principales negocios, hasta el punto de que se calcula que en España entre el 60% y el 80% de los casos que llegan a las agencias se enmarcan en este ámbito.

Ignacio Lozano, responsable de la agencia extremeña Detectives Clave , de Badajoz, explica que desde hace tiempo éste es el principal sector en el que trabaja por encargo tanto de las empresas como de las mutuas y de las compañías de seguros. Y es que este tipo de fraude cubre un amplio abanico. Están aquellos que se dan de baja para hacer tareas personales, los que aprovechan para pluriemplearse e incluso los que lo utilizan para sacar más dinero al seguro tras un accidente de coche.

Lozano señala, además, que ya ha identificado la temporada alta del fraude. Además de los periodos estivales (para compras y viajes), en la región son habituales los casos de trabajadores agrarios por cuenta ajena que se dan de baja justo cuando va a terminar la campaña agrícola, en torno al mes de octubre, y están con la incapacidad temporal (IT) hasta que vuelve el trabajo en el mes de abril.

Efectividad casi total

El 85% de los casos de bajas laborales que investigan acaban con la misma conclusión: se trata de un fraude y, por lo tanto, cabe un despido procedente. Eso si se le pilla haciendo algo que requiere tanto esfuerzo como su trabajo habitual. Si la falta no es tan flagrante y sólo hace algo parecido, simplemente se le da de alta. Aún así, se muestra cauto, puesto que los que llegan a sus manos lo hacen porque existen indicios razonables y unas sospechas previas.

A la hora de mencionar casos concretos, recuerda el de un albañil que estando de baja con supuestos dolores de espalda se construyó un cercado. O el agricultor que aprovechaba para podar sus olivos. También son habituales los enfermos que hacen mudanzas, ayudan a sus mujeres en las tiendas o, incluso, viajan hasta el Ikea de Sevilla o el nuevo Factory de Lisboa.

En el campo de las estafas a los seguros, el ejemplo más repetido es el de aquel que dice haber sufrido un accidente de coche --embestida por detrás-- y sufre un supuesto esguince cervical, más conocido en el gremio como el cuponazo cervical . Por cada día de baja la compañía de seguros debe abonar 48 euros y lo habitual es que el dolor se prolongue entre 30 y 40 días. Es decir, más de 1.500 euros extra en apenas un mes.

Ignacio Lozano tiene claro que los más delicados y complicados son los casos psicológicos, puesto que es difícil determinar qué se puede hacer y qué no.