Un sistema de becas más incentivador y un mayor esfuerzo presupuestario son las recetas del nuevo modelo de financiación que se propone para tirar de los campus públicos españoles hacia lo que significa Bolonia: calidad y excelencia. Estos son los puntos fuertes del borrador elaborado por una comisión mixta, formada en 2008 por el ministerio, cinco comunidades, entre ellas Extremadura, y cinco universidades, que lleva más de un año debatiendo el nuevo modelo. Este documento de reflexión, que ya conoce el Consejo de Universidades y en breve lo harán las comunidades, se debatirá durante dos meses en busca de un consenso definitivo. El objetivo final es equiparar primero las universidades españolas y después posicionarse en Europa, bajo el mismo espacio de educación superior hasta el 2015.

El texto reconoce que las universidades han hecho grandes avances en las últimas décadas, unas más que a otras, pero aún les falta para competir con las mejores. Y en esta tesitura se encuentra Extremadura. Así lo explica la consejera de Economía, María Dolores Aguilar. "La región está entre las comunidades con una menor financiación por estudiante, aunque nuestro esfuerzo en el PIB está por encima de la media". El esfuerzo conjunto con otras nueve regiones se cifra en 326 millones de euros para alcanzar la financiación por alumno del sistema universitario español --que supera los 5.000 euros--.

"Hemos hecho un importante esfuerzo" y con más de 98 millones de euros que transfiere la Junta a la universidad este año --4 más que en 2009-- "en lo que se refiere a la nominativa estamos cerca de equilibrarnos, aunque tenemos un escenario para ir creciendo y poder estar en igualdad de condiciones", apunta Aguilar.

Con ese objetivo, y bajo la referencia del marco estatal, la Junta trabaja para conseguir una financiación universitaria estable en la región, puesto que junto con Andalucía, es la única que no posee un marco al respecto, y es "absolutamente necesario". El documento de partida, consensuado en el Pacto Social, debe pasar por la universidad antes de llegar a la Asamblea. "La ley podría estar lista en noviembre". La principal finalidad es que la universidad no se vea condicionada año tras año por la voluntad a veces política o de coyunturas económicas.

Entre las propuestas estrellas para conseguir estar a la altura de Europa, además del aumento de las becas, con incentivos para los mejores estudiantes mientras suben la matrícula para los repetidores y una financiación estable, con planes plurianuales y vinculada a objetivos de calidad, se encuentra la reordenación de los recursos humanos; la adaptación de las infraestructuras al plan Bolonia; el fomento de la investigación y la innovación; y la búsqueda de la eficiencia a través de una mayor rendición de cuentas. Acciones para europeizar la universidad, pero que tendrán que esperar porque la ejecución de las políticas de financiación estará "limitada" por las circunstancias económicas.

Uno de los puntos más controvertidos es el sistema de becas, que Aguilar considera "espectacular". El documento recoge la necesidad de impulsar las becas salario , aumentando anualmente su cuantía hasta llegar a los 6.500-7.000 euros en el 2015, y duplicando el número de prestaciones. También plantea modificar la política de precios públicos, que se implantará progresivamente. Estos cambios se traducirán en una subida anual de entre el 10 y el 15% del coste para la segunda matrícula, y de entre el 15 y el 30% para la tercera. Este planteamiento, según Aguilar, va dirigido a quienes no saben aprovechar las oportunidades que se le ofrecen.

Las becas de la controversia

Mientras algunos profesores de la Uex creen positivo premiar a los que más se esfuercen, otros como el catedrático de la Uex Angel Robina se muestra más escéptico. Por su parte, la Uex prefiere no opinar, puesto que aún hay mucho que debatir. El modelo universitario de Extremadura, según Robina, ha apostado siempre por la cantidad porque la región requería un mayor nivel de formación, y pasar ahora a girar en torno a la calidad es "muy complicado" sobre todo porque hace falta mucho dinero. Y desde luego, señala, "gravar más las matrículas de los repetidores no es la solución". A su juicio, "la sociedad siempre ha entendido la universidad como un servicio público y no se puede decir a una familia que antes pagaba un 16 o 17% del coste de los estudios de su hijo que ahora pague el 50% aunque haya problemas de financiación".

Además esta propuesta no es nueva, explica. En 1995 el Consejo de Universidades ya la propuso en un informe. "Con esta idea en busca de la calidad solo tendrían que estudiar los que sacan sobresalientes y eso no nos lo podemos permitir, como si pueden hacerlo en Oxford", explica.

Pero aunque la financiación sea lo único que puede hacer a las universidades alcanzar el objetivo europeo, hacen falta otras competencias ausentes en la Uex, según Robina. "Complicidad, gente con liderazgo, debate público, reflexión,...". Con estas premisas, se muestra "pesimista" para llegar a Bolonia, "pero nunca es tarde". La carrera ya ha empezado y la meta está en el 2015.