Ni el castellano, ni el inglés, ni el catalán, ni el esperanto. Los jóvenes de hoy han tirado por la calle de enmedio y han creado su propio lenguaje, en ocasiones incomprensible para sus mayores, con el que se comunican a través de los mensajes que envían por sus teléfonos móviles.

Limitados por el espacio del que disponen para escribir un mensaje, este código lingüistico abreviado --como lo denomina el sociólogo extremeño Santiago Cambero-- convierte palabras como porque en xq y utiliza anglicismos, números y símbolos indescifrables para el no iniciado. Un ejemplo claro. El mensaje "dame un toque y te llamo más tarde" se traduce como "dme 1 tk y t llamo + tde", de forma que se han ahorrado la friolera de 10 letras en apenas una frase.

El informe presentado ayer por el Consejo de la Juventud de Extremadura desvela que la práctica totalidad de los jóvenes extremeños de entre 15 y 25 años --concretamente el 92,9%-- utiliza este sistema abreviado en sus mensajes de texto, con lo que, señala Santiago Cambero, "quedan aclaradas las dudas sobre la aceptación mayoritaria de los jóvenes extremeños en cuanto al uso de este código".

A su juicio, el uso de este moderno lenguaje denota "una gran destreza manual e intelectual" y permite a los jóvenes decir todo lo que desean en un pequeño espacio, por lo que ya ha dado incluso el salto a internet.

Una tribu comunicativa

Con todo esto, en los últimos años la juventud ha creado en Extremadura, al igual que en el resto de España, una "tribu comunicativa" a la que no tiene acceso el resto de la sociedad.

Y es que ante un mensaje algo complejo remitido por un chaval de 18 años a una persona adulta puede convertir su traducción en una misión imposible o, al menos, desagradable. Este mensaje llegó ayer a un grupo de chicos de 18 años: "OLA! T qEMSqdado Alas5xq Alas8YO tngQirmA stdiarOK? WENser PUNTUALS qSMPRE yegais TARD! 1BSITdeu". En realidad el mensaje original no tenía ningún espacios entre las palabras, pero su traducción no es especialmente complicada: "¡Hola! Tú, que hemos quedado a las cinco porque a las ocho yo tengo que estudiar. ¿Vale? Bueno, sed puntuales que siempre llegáis tarde. Un besito. Adiós".

Uno de cada tres jóvenes extremeños envía 5 ó más mensajes de texto cada día y casi todos usan este nuevo lenguaje. Los amigos y la pareja son los principales receptores de estas cartas modernas que, en su mayor parte, tienen como objetivo concertar una cita (como es el caso del último ejemplo). Las felicitaciones y los mensajes amorosos son los siguientes más habituales.

El problema es que, según muchos expertos, ya hay jóvenes a los que les cuesta mucho usar el castellano en su forma original. El tiempo dirá si se avanza o se retrocede.