Los agentes del Seprona continúan teniendo al furtivismo en el punto de mira de sus operaciones en Extremadura, una región en la que este tipo de delitos se registran con cierta frecuencia. Estos son algunos de los casos más llamativos de los últimos meses.

Faena ´furtiva´ deun diestro madrileño

A finales del pasado mes de septiembre, el joven torero Matías Tejela era sorprendido practicando caza furtiva en la Reserva Regional del Cíjara junto a otras dos personas que no pudieron ser detenidas. El diestro, que apenas hace unos días ha toreado en la plaza madrileña de Las Ventas, aseguró en su declaración haber sido engañado por sus dos compañeros, que le habrían asegurado que la finca era propiedad de uno de ellos. En esta línea, la Guardia Civil sospecha de la existencia de una red ilegal en la que personas conocedoras de la zona acompañan a cazadores foráneos para que practiquen la caza furtiva.

Armados y en camiónpor la reserva del Cíjara

En julio, también en la reserva del Cïjara, fueron detenidos dos vecinos de Helechosa de los Montes que circulaban en un camión por un camino del interior de este espacio. Los agentes encontraron dentro del vehículo armas cargadas para su uso, concretamente un rifle y una carabina, la cual llevaba incorporado un silenciador. También portaban un foco para facilitar la visión en la oscuridad. Ambos fueron acusados de atentar contra la fauna, a pesar de no conseguir pieza alguna, y de cometer otras infracciones, como la adaptación de un silenciador al arma con fines de caza.

Antílopes indiosen Zarza la Mayor

El tigre y el león hallados en Monterrubio en un estado deplorable --al león le faltaba, incluso, un ojo-- pero dispuestos para ser cazados, no han sido los únicos animales exóticos hallados por el Seprona en fincas de la región. En diciembre pasado, varios de sus agentes localizaban 12 antílopes indios en una finca de Zarza la Mayor regentada por la compañía Flogemar SL y dedicada a organizar batidas de caza artificial. A pesar de que el Ministerio del Interior mostró su convencimiento de que estos ejemplares iban a ser utilizados en cacerías, no encontró pruebas suficientes que avalasen esta sospecha. En cualquier caso, los responsables del coto no tenían ningún documento que acreditase el origen o la posesión de estos ejemplares exóticos, por lo que el Seprona les denunció por infringir las leyes de Contrabando y de Caza de Extremadura y el Reglamento de Epizootias.

Supuestas monteríasilegales en Monfragüe

Por último, durante los últimos meses Ecologistas en Acción ha continuado acusando a la Junta de Extremadura de autorizar reiteradamente monterías en el Parque Natural de Monfragüe, lo que contravendría las leyes de Caza y de Conservación de la Naturaleza, que prohíben la práctica cinegética en los parques naturales extremeños. Según este colectivo ecologista, la Junta intenta camuflar como descastes lo que son monterías comerciales, por cuyos puestos se pediría el pago de 890 euros.

Desde la Junta se han rebatido estas acusaciones recordando que las leyes citadas por Ecologistas en Acción establecen la posibilidad de cazar en los parques naturales por motivos biológicos o técnicos, siempre tras un informe favorable de los profesionales encargados de la gestión de esos espacios protegidos. También asegura que estas acciones no pueden ser consideras monterías y explica que se autorizan con el fin de preservar el propio parque natural y para evitar los daños que puedan producirse, fundamentalmente en la vegetación, si no se realizan estos controles sobre las poblaciones de especies cinegéticas.