La guerra se acabó, pero la paz no llega a Irak. Una nueva matanza se produjo ayer en Mosul, la principal ciudad del norte del país (1,7 millones de habitantes), cuando soldados estadounidenses abrieron fuego contra una manifestación de civiles. Un total de 12 personas murieron a balazos y varias decenas más, quizá un centenar, resultaron heridas, según fuentes médicas locales.

Un portavoz militar de EEUU afirmó que sus soldados, apostados frente a los manifestantes en la plaza del Palacio de Gobernación de Mosul, fueron atacados por francotiradores desde lo alto de un edificio próximo. Las fuerzas estadounidenses, según su portavoz, abrieron fuego para repeler ese ataque, "pero no dispararon contra la muchedumbre, sino contra los agresores armados".

Este portavoz no dio datos sobre el número de víctimas, pero sí aclaró que ningún norteamericano había resultado herido.

NUEVO GOBERNADOR

La manifestación comenzó a formarse por la mañana en la plaza del Palacio de Gobernación, donde a esa hora estaban reunidos representantes de las diferentes comunidades étnicas de la ciudad y un mando militar estadounidense para nombrar al nuevo gobernador, el árabe Mashan al Ahuri.

Tras su nombramiento, el flamante gobernador quiso dirigirse a la multitud. Y ahí empezó todo. Al Ahuri se arrancó con un discurso que la muchedumbre consideró insultantemente proamericano. La gente de la plaza fue enfureciéndose hasta convertirse en una turbamulta encolerizada.

"¡Vosotros sois fedayines de Sadam!", dijo acusador Al Ahuri, según relatos de tres testigos a France Press. "¡La única democracia es echar de aquí a EEUU!", contestaron los manifestantes.

CHOQUES KURDO-ARABES

Mientras tanto, cuatro personas murieron ayer en enfrentamientos entre kurdos y árabes en Tikrit, según fuentes médicas citadas por Al Jazira. Las tribus árabes de la zona no opusieron resistencia a las tropas norteamericanas, pero exigieron que los kurdos no entrasen en la ciudad.