Los clubs de alterne investigados por la policía se encuentran en una zona de naves industriales de la barriada de Llera, en la carretera de Olivenza. Stilo y Halloween eran antes discotecas que habían generado molestias al vecindario, pero estas desaparecieron cuando comenzó la nueva actividad, según se desprende de los testimonios de las personas consultadas por este diario.

Juan José Lobato, que es el presidente de la Asociación de Vecinos de Llera, asegura que los clubs de alterne "no generaban problemas, hasta ahora" y que "había más jaleo antes cuando eras discotecas, porque hacían ´botellones´, pero ahora, la verdad, por la cuenta que le tiene al personal, no hay molestias y no hay quejas, al menos a través de la asociación de vecinos".

Lobato insiste en que "antes el ´botellón´ duraba hasta las cuatro o las seis de la mañana, y había mucho ruido de coches, música muy alta y borracheras, pero ahora no".

También ayer esa zona del barrio aparecía casi desierta a media mañana y solo se veía movimiento de vehículos que entraban y salían con mercancía para las naves industriales.

El dueño de un almacén cercano al primero de los clubs cuenta que "hace unos días, una semana o más, apareció la Guardia Civil y cortó dos calles e hicieron una redada. Es lo único que vimos, porque por lo demás, no había problemas; solo lo que pasara dentro", a pesar de que Stilo tiene un cartel en el que dice que abre a partir de las dos de la tarde.

También un trabajador de un almacén próximo a Halloween explica que "no había jaleo, porque además ellos funcionan por la noche y nosotros a esa hora tenemos cerrado, aunque abren a las seis de la tarde. Solo alguien saca un cubata alguna vez, pero no hay problemas", asegura.

Las dos salas, que son del mismo propietario, permanecían ayer cerradas, aunque en una de ellas trabajaba una mujer de la limpieza.