Ya lo dijo George Bush el domingo, después de anunciarse la detención de Sadam Husein: "Su captura no significa el fin de la violencia en Irak". Y así ha sido. Dos terroristas suicidas hicieron explotar ayer sus vehículos frente a dos comisarías de Bagdad. Seis personas, además de los suicidas, resultaron muertas.

Al amanecer, un coche estalló frente a la comisaría del barrio residencial de Huseiniya, en el noroeste de la capital. La policía local confirmó la muerte de seis personas, todas ellas de nacionalidad iraquí, y dijo que provocó más de una veintena de heridos.

Casi al mismo tiempo, un segundo coche bomba sacudió el distrito occidental bagdadí de Amariyah, de donde los servicios de socorro evacuaron a varias personas con heridas de diversa consideración. Según el relato de los testigos, el vehículo se empotró a gran velocidad contra las balizas de protección de la comisaría de la zona, donde estalló y dejó heridas a 12 personas (ocho civiles y cuatro policías). "Los agentes trataron de detenerlo, pero el conductor suicida aceleró y lo hizo explotar", explicó uno de los testigos.

TERCER COCHE BOMBA La policía iraquí aseguró que un tercer vehículo cargado con explosivos fue encontrado en la zona, pero que un grupo de artificieros logró desactivarlo.

Amariyah, donde explotó el segundo coche, es el barrio colindante con el aeropuerto internacional de Bagdad, donde se encuentra el principal cuartel militar de las tropas de EEUU. Un atentado similar se cobró el domingo la vida de 17 personas ante otra comisaría en Bagdad.

A primera hora de la tarde de ayer, otras tres fuertes explosiones, de naturaleza desconocida, se oyeron en el centro de Bagdad, a escasos metros de la denominada zona verde , punto en el que se concentra el mando estadounidense. Una de las deflagraciones dejó una visible columna de humo sobre la orilla oriental del río Tigris, sin que anoche se supiera si causó víctimas.

El representante británico en Irak, Jeremy Greenstock, advirtió ayer de que la coalición debe estar preparada ante un aumento de la violencia en represalia por la captura de Sadam. "Esperemos, no obstante, que sea sólo a corto plazo", añadió.