"Cinco minutos en el microondas o en la cola del burguer y listo". Los hábitos alimenticios están cambiando. Atrás quedaron las horas en la cocina y la dieta mediterránea rica en hortalizas, ahora la falta de tiempo, el ritmo trepidante de vida y la oferta de comida rápida son algunas de las excusas más habituales para no llevar una vida saludable.

Y es que los cambios dietéticos y la transformación del estilo de vida se están traduciendo en un aumento de enfermedades como la obesidad, la diabetes o los trastornos cardiovasculares.

¿Pero realmente cuesta tanto seguir unos hábitos saludables? Para algunos sí, ya que como señala Nati Zancada, una joven cacereña ama de casa, "aunque ganas en salud pierdes en comodidad". Sin embargo, los expertos gritan al unísono que no es difícil. Basta con combinar alimentos como el aceite de oliva, las verduras, hortalizas, pescados, cereales y frutas en abundancia con un consumo moderado de carnes y grasas.

Ahora bien, el patrón dietético mediterráneo no sólo es comer bien, la ecuación saludable que recomiendan los médicos incluye la actividad física, muy alejada de la vida sedentaria que lleva la mayoría de extremeños.

Ante estos patrones el Ministerio de Sanidad ha lanzado este año la Estrategia Naos para la nutrición, actividad física y prevención de la obesidad , donde da una serie de recomendaciones para el ámbito familiar, escolar y empresarial y sobre todo incide en que "nunca es tarde para empezar a vivir de manera saludable".