Apenas nueve días después del inicio del conflicto, el fantasma de su ampliación a países vecinos comenzó ayer a planear sobre la guerra de Irak: el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, lanzó una grave advertencia a Siria e Irán para que no interfieran en las acciones militares de Washington.

Rumsfeld acusó a Siria de estar enviando equipo militar, como gafas para visión nocturna, a los soldados de Sadam y recalcó: "Consideramos ese tráfico como actos hostiles de los que haremos responsable al Gobierno sirio". El jefe del Pentágono explicó que el movimiento de estos suministros y de personas entre la frontera sirio-iraquí "complica enormemente" la situación de las tropas de EEUU. Sin embargo, Rumsfeld no llegó a amenazar a Damasco con represalias.

OPOSITORES IRAQUIS

En el caso iraní, Rumsfeld afirmó que Washington hará responsable a Teherán si los cientos de opositores iraquís de los Badr Corps, "entrenados y dirigidos por la Guardia Revolucionaria islámica iraní", que han regresado a Irak, llegan a perpetrar actos hostiles contra los aliados. Los miembros de estos cuerpos "serán tratados como combatientes" si son capturados, añadió.

Tanto Rumsfeld como el presidente del Alto Estado Mayor, el general Richard Myers, trataron de quitar importancia ayer a las disensiones exhibidas por los generales estadounidenses sobre la planificación del conflicto hecha por el Pentágono, que no envió suficientes fuerzas al no prever la feroz resistencia iraquí. "Los militares que revisaron el plan (antes de la guerra) dijeron que era excelente", sostuvo Rumsfeld, mientras Myers declaró: "Yo lo sigo apoyando, es un plan brillante".

CONTROL DEL TERRITORIO

Según Myers, el avance de las tropas en Irak ha logrado "que Sadam Husein pierda el control de un 35 a 40% de su territorio", cifra que debió de ser comunicada al presidente Bush, pues durante un discurso en la Casa Blanca afirmó que "el régimen que una vez aterrorizó a todo Irak ahora controla sólo una pequeña porción de ese país".