Abrió en noviembre en Cáceres, cuando muchos negocios ya estaban sumidos en la crisis, y los inicios fueron bastante buenos. Pero llegó enero y bajaron las expectativas y la franquicia decidió dar un empujoncito a los ciudadanos para que siguieran gastando en ropa con la adquisición de una segunda prenda a un euro. Pero a pesar del llamativo cartel de la puerta con el eslogan Paremos la crisis , "las ventas han aumentado poco". Y eso que es una tienda con precios a bajo coste. "El cartel llama la atención y hace que la gente entre, pero se vende menos". G. M.