"Mi hijo estaba en la puerta del otro hablando con su padre cuando salió con un cuchillo y se lo clavó en el corazón. Murió en el centro de salud". Así contaba lo ocurrido la noche del domingo en la calle Julián Besteiro, donde vive a pocos metros del portal donde mataron a su hijo, José Manuel Márquez, un albañil de 45 años, talaverano y padre de una hija mayor que el chico fallecido, José Antonio, que iba a cumplir 18 años en julio y que trabajaba con él en la construcción.

Completamente deshecho por el dolor, acompañado del resto de su familia, José Manuel Márquez explicó que ayer dio la primera noticia del suceso, que José Antonio era el menor de sus dos hijos, que era un joven alto y jovial que no se metía con nadie y que le "gustaban los caballos desde pequeñito", afirmó.

"Los Quinqueles", como llamó a la familia del agresor, "son gente con problemas, el chico incluso ha llegado a agredir a sus padres", dijo José Manuel, coincidiendo con otras personas que estaban en el Servicio de Necropsias del Infanta Cristina, mientras practicaban la autopsia al cadáver de su hijo. "El padre del otro, si lo vio aparecer con el cuchillo, tuvo que haberlo sujetado a tiempo. Ahora mi hijo está muerto"