«Desde siempre he querido ser maestra», dice Elena Acosta, de 17 años. Lo suyo es vocación y mañana comienza su futuro, aunque para ella el cambio no será demasiado drástico porque ha decidido estudiar el grado de Educación Primaria en su ciudad, en Cáceres. «Me parece una tontería irme fuera de casa cuando tengo la carrera que quiero aquí cerca y la Facultad de Formación del Profesorado me gustó cuando fui a visitarla en unas jornadas de puertas abiertas. Además creo que será más fácil adaptarme al cambio que supone ir a la universidad. Será más fácil si no tienes que romper con toda tu vida de repente». Y hay más ventajas: «también supone un ahorro económico para mi familia quedarme en Cáceres».

Alumna del IES Hernández Pacheco, obtuvo un 9,5 en selectividad y ella también podría haber optado por cualquier otra universidad, pero no llegó a preinscribirse más allá de la Universidad de Extremadura. «Sí me pensé también el grado de Derecho, pero la enseñanza me gusta más desde siempre». Elena reconoce que está un poco nerviosa por el inicio de la universidad, «da un poco de respeto porque es algo diferente y desconocido, pero nos adaptaremos y espero que sea una etapa maravillosa». Sabe que su carrera no terminará dentro de cuatro años. «La enseñanza requiere seguir estudiando y hay que opositar, pero quiero tener un futuro como maestra».