La sombra de la sequía y las restricciones vuelve a atemorizar al campo extremeño. La falta de precipitaciones de los últimos meses ha encendido las luces de alarma entre agricultores y ganaderos. El recuerdo de lo ocurrido entre 1991 y 1995 renace ahora debido a las continuas bajadas en las reservas de los embalses y la sucesión de temporales de frío que apenas dejan agua.

La Asociación Profesional de Agricultores y Ganaderos de Don Benito y Comarca ha expresado esta semana su preocupación por la escasez de agua en los embalses que abastecen las tierras de regadío de las Vegas Altas del Guadiana. "La preocupación es grande. Para esta campaña el abastecimiento está garantizado, pero si la situación de ausencia de lluvias se mantiene todo el año puede que en 2010 tengamos que recurrir a restricciones de consumo", advierte Luis Mejías, presidente de la Comunidad de Regantes del Canal del Zújar, una de las más importantes de la región.

El embalse del Zújar fue construido en 1964 y actualmente contiene 240 hectómetros cúbicos de agua --su capacidad máxima es de 309 hectómetros cúbicos--. Es decir, está al 77% de su capacidad, por encima de lo que tenía el año pasado a estas alturas (75%) y de la media de la última década (68%). "El problema es el futuro. Hay que comenzar a mentalizar a la gente de cara a los próximos años, porque si abusamos de lo que tenemos podemos encontrarnos con problemas graves en poco más de un año", insiste Luis Mejías, que pide a ciudadanos y profesionales del campo que "piensen ya en medidas de ahorro".

Empeoramiento general

La situación del embalse del Zújar --mejor que la del año pasado-- no es la habitual en el resto de pantanos extremeños. Según los datos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, 27 de los 40 embalses existentes en la región tienen ya menos agua que hace un año y 25 están por debajo de la media del último decenio. Gabriel y Galán, Cíjara, García de Sola, La Serena, Orellana o Alange, que están entre los más grandes, son buenos ejemplos. Sus reservas son inferiores a las del 2008 o las que han tenido desde 1998. Algunos incluso están más vacíos que a principios de los noventa, cuando se produjo la última gran sequía. El de Alcántara en enero de 1994 tenía embalsados 2.147 hectómetros, 600 más que hoy.

En su conjunto, los embalses de la comunidad autónoma cuentan con 7.153 hectómetros cúbicos (por tanto, están al 50% de su capacidad total). En la misma semana del año pasado tenían casi 500 hectómetros más y la media de la década es de 9.088 hectómetros cúbicos, lo que da una idea de la falta de precipitaciones en los últimos meses. Esto, curiosamente, contrasta con la situación de las cuencas del Segura y el Júcar, en Murcia y la Comunidad Valenciana, donde los problemas con el agua han obligado a realizar trasvases y plantear otros nuevos --incluido uno desde Valdecañas-- para los próximos años. Hoy la cuenca del Segura tiene casi un 25% más de agua que el año pasado --está con 254 hectómetros cúbicos, al 22%--, mientras que en el Júcar ha aumentado un 33% --hasta situarse en 1.007 hectómetros (está al 30%)-- respecto a 12 meses antes. O Cataluña, donde la pasada primavera hubo situación de emergencia y fuertes restricciones en el consumo debido a la sequía, y ahora tienen el doble de reservas --635 hectómetros cúbicos-- que hace un año.

"Nosotros también estamos preocupados, pero por la situación del pantano no parece que vaya a haber problemas esta campaña", coincide Javier Moreno, presidente de la Comunidad de Regantes de Valdecañas, con unos 535 usuarios y 800 fincas de regadío. Este embalse es de los que también ha ganado (776 hectómetros cúbicos este año, 693 el año pasado y 888 de media en la última década).

Otoño e invierno secos

Desde la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Extremadura explican que casi toda la región ha registrado, desde el mes de septiembre --cuando comienza el año hidrológico--, menos lluvias de lo normal en esta época del año. "Las zonas con mayores déficits (entre un 60 y un 100% menos de precipitaciones) son el centro y oeste de la provincia de Cáceres, y el sureste de la de Badajoz. El resto registra déficits de entre el 20% y el 60%, con pequeñas zonas --valle del Ambroz-- donde hay un ligero superávit pluviométrico", explican estas fuentes.

¿Qué ocurrirá en los próximos meses? En el centro territorial de la Aemet no se atreven a avanzar unas previsiones. "No es recomendable", defienden mientras los agricultores siguen mirando al cielo e insisten en apostar por el ahorro de agua.