Caridad Rauen es madre de Marcela, una niña de cuatro años que acude cada mañana al Colegio Público Santa Marina, de Badajoz, en el que los padres disponen de aula matinal y de comedor.

Caridad y Marcela solo hacen uso del segundo y la madre explica la razón: "Como no siempre podemos llegar a tiempo de trabajar para recogerla, hemos preferido que se quede en el comedor, así al menos podemos estar tranquilos de que está bien cuidada y, además, aquí come mejor que en casa; mientras que en casa come lo que quiere, aquí tiene que comer de todo, y está acompañada".

Ella trabaja en la clínica que dirige su marido, que es dentista de profesión, en Campo Mayor. Ambos son de oriundos de Brasil y llevan cuatro años viviendo en Badajoz, donde ya nació su hija. Pero antes estuvieron otros diezaños en Portugal.

Caridad no hace uso del aula matinal porque no lo necesita, pero conoce a otras madres que sí lo hacen y asegura que es un servicio muy útil para las familias, "tanto por las mañanas como al mediodía, con los trabajos que tenemos muchas veces no tenemos tiempo; las que conozco están muy contentas".

De hecho, los padres Marcela han elegido este colegio, precisamente "porque dispone de esos servicios, sobre todo del comedor, porque trabajamos los dos fuera y necesitamos que la niña se quede recogida". Ellos regresan a casa por la tarde y recogen a su hija, que después del almuerzo se queda para asistir a las actividades extraescolares del colegios" .