El Gobierno español ratificó el protocolo, por lo que deberá cumplir las medidas previstas para el 2008, ya que de no hacerlo será sancionado. Además, España es uno de los países de la Unión Europea que mayor esfuerzo tendrá que realizar para obtener los resultados marcados, ya que tiene derecho a aumentar un 15% sus emisiones respecto a las de 1990, pero la lentitud de las empresas a la hora de adaptarse y el crecimiento industrial del país han disparado la contaminación. Como curiosidad, en el 2001 las emisiones doblaban ya el objetivo fijado.