Isabel Garrido, vendedora de cupones en la calle Santa Eulalia de Mérida, asegura que "en tiempos de crisis, se vende menos, pero no solo en el juego sino en todos los sectores", aunque las cifras del gasto total señalan un incremento en el gasto en los juegos de la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE).

Actualmente los ciudadanos no se pueden permitir todos los caprichos por la situación de crisis generalizada, pero a pesar de ello, la gente tira a jugar con ciertas probabilidades de ganar, pero aún así también se nota que hay muchas personas en paro, la mayoría cobrando muy por debajo de sus necesidades. Esto conlleva que lo poco que juegan lo hacen con "ilusión", comenta.

Muchos ciudadanos pasan por delante del puesto con intención de parar muchas veces pero saben que no se lo pueden permitir todos los días, o el caso de personas que han jugado durante toda la vida ya "no gastan" el dinero de años anteriores, ya que sus sueldos tan bajos no se lo permite, reitera.

El rasca de la ONCE es el décimo más vendido entre la gente joven, ya que pasan por aquí y si llevan encima 50 céntimos o un euro lo compran, porque el premio es instantáneo, afirma.

La gente de "toda la vida", compra el cupón diario y el del viernes, pero es en este en el que más se ha notado la disminución de ventas por su precio. Pero aún así la gente joven cada día invierte más en este juego con la esperanza de poder tener otro nivel de vida.

En cuanto a la recaudación media respecto al año anterior, "si que he notado la diferencia, exactamente no se la cantidad" declara Isabel. Dice que de momento ha dado un "gordo", y que no tiene conocimiento de más premios.