Un grupo de mineros extremeños de la empresa pública Presur protagoniza desde el pasado viernes por la tarde un encierro en las oficinas de la empresa junto a la mina de Cala, en la provincia de Huelva. La causa, que la compañía les obliga a abandonar la empresa y, si quieren, incorporarse a partir del día 2 de noviembre a la mina de Aguablanca , en Monesterio, lo que consideran un trato discriminatorio si se compara con el que han recibido sus compañeros.

Los propios mineros, con los que contactó ayer EL PERIODICO EXTREMADURA, explicaron que en estos momentos permanecen encerrados 29 trabajadores, de los que una docena son de la zona sur de Extremadura, especialmente de Jerez de los Caballeros. A éstos hay que sumar otros cuatro extremeños cuya situación no está aún definida y que en los próximos días podrían o bien sumarse a las protestas o acceder a los planes de prejubilación que ha diseñado la empresa.

El problema, señaló uno de los mineros encerrados, es que el acuerdo suscrito en el 2002 por los sindicatos y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) --dueña del 100% de Presur-- suponía la aprobación de un Expediente de Regulación de Empleo por el que la mayoría de la plantilla entraba en un proceso paulatino de prejubilación hasta el año 2009, fecha en la que Presur dejará de operar.

TRASLADO Asimismo, ese documento especificaba que a un grupo de 50 trabajadores, algo más jóvenes, se les extinguiría el contrato para que se incorporasen a la plantilla de Río Narcea Gold Mines en la mina de Aguablanca , en Monesterio. Si no aceptaban, cobrarían una indemnización prefijada.

Finalmente esa cifra ha quedado reducida a sólo 33 trabajadores, y cuatro de ellos aún no saben si la semana que viene tendrán que trasladarse a Monesterio o podrán acceder a las prejubilaciones.

Sin embargo, ninguno de estos trabajadores quiere incorporarse al yacimiento de Aguablanca , y consideran que las indemnizaciones fijadas por la Sepi y Presur son insuficientes.

DE JEREZ En este sentido, Fernando, uno de los mineros extremeños, relata que tanto él como algunos de sus compañeros proceden de la zona de Jerez de los Caballeros, pero las condiciones de trabajo que se les ofrecen --jornadas intensivas de 12 horas o con jornada partida-- hacen que no acepten este nuevo destino. Sobre todo porque muchos proceden de la antigua instalación en Fregenal de la Sierra, y hace años ya fueron obligados a trasladarse a Huelva.

Ante esta situación, estos 29 trabajadores han suscrito un manifiesto en el que anuncian que permanecerán encerrados de forma indefinida hasta que la empresa acceda a retomar las negociaciones sobre su situación y paralice, al menos de momento, la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo. Y es que, apuntan, cada vez que han ido a dialogar se les ha remitido al ya citado acuerdo del 2002, lo que ha desembocado en esta acción de protesta.

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