Miguel Oñate estimó en 300 el número de empleos fijos que se crearían. Según apuntó, al margen de las personas que trabajen las zonas de alojamiento y los espacios comunes, la intención es crear una entidad de conservación que se encargue del mantenimiento de las parcelas de las 300 villas "lo que significa un trabajo constante, esté o no el dueño de la villa". Según Amigo, esto supondría a cada propietario un desembolso de 480 euros mensuales.

Al margen del acceso en hora y cuarto por autovía desde Madrid, el complejo podría beneficiarse del hecho de que Navalmoral tenga parada del tren de alta velocidad que unirá las capitales española y portuguesa.

El gerente de la promotora indicó que, según los antiguos propietarios de los terrenos, hace seis años inversores americanos se interesaron por llevar a cabo un proyecto similar. Sin embargo, aquellos planes quedaron descartados tras el atentado contra las torres gemelas, que frenó el turismo, especialmente el procedente de Estados Unidos.