¿De dónde han salido las urnas? Esta es una de las preguntas del día que más difícil respuesta tiene. Las hipótesis a este enigma planteado en la jornada elctoral de ayer fueron numerosas e imaginativas, desde que ya estaban en los colegios o centros preparados para acoger el referéndum, lo que ayer quedó desmentido al verse cómo fueron llegando, a que más de 2.000 personas tenían una en su casa con la misión de llevarla al lugar asignado. Esta última opción iba ganando peso a medida que avanzaba la jornada.

Otros rumores habían situado estos días las urnas de votación en Andorra, el sur de Francia, y más cerca, en la Zona Franca de Barcelona.

También había corrido que las urnas se habían guardado desmontadas, unos guardaban los adhesivos, otros las tapas... y que durante la madrugada del sábado al domingo grupos de personas que las custodiaban quedaron para montarlas.

Cordón de protección

En Juneda (Garrigues), por ejemplo, el alcalde, Antoni Villas, despejó hace unos días el interrogante. «Hace días que nuestras urnas las guarda un vecino en su casa», sentenció.

Como quiera que fuese, las urnas fueron llegando a los centros de votación. Incluso camufladas como un pedido de pizza.

Así fue en el Instituto Maragall, en el barrio del Eixample, donde ayer, ante la expectación de numerosos vecinos con ansias de votar, llegaron en coches particulares. Un grupo de personas las entraron camufladas en el equipamiento previo paseíllo a modo de cordón de protección por parte de los congregados justificando que eran cajas de pizzas; una vez dentro, informa Óscar Hernández, comunicaron que se trataba de las ansiadas urnas.

En otros puntos también llegaron en coches particulares. En la Escola Industrial fueron protegidas por los ciudadanos.

Allí, desde poco después de las siete de la mañana, la gente ya empezó a decir que las urnas estaban al caer y cientos de personas se prepararon en la puerta para recibirlas. Antes de las ocho se formó un enorme pasillo y llegaron en un coche; entre varios congregados las fueron transportado corriendo. La gente quería aplaudir pero se les pidió silencio, informa Patricia Castán.

Urnas dispares

En algunos colegios las urnas no fueron como la que el Gobierno de la Generalitat presentó el pasado viernes por sorpresa en rueda de prensa: de plástico, blanca y con el escudo de la Generalitat en el frente. En algunas localidades, como Cardedeu (Barcelona), las urnas que se dispusieron eran de de metacrilato transparente.

Y no todas llegaron a su destino. La Guardia Urbana de Hospitalet de Llobregat interceptó de madrugada un vehículo que estaba haciendo maniobras sospechosas y encontró en su interior varias urnas, que, según fuentes municipales, «han tenido que requisar».

Conducía la responsable de Òmnium Cultural de Hospitalet, Rut Baqués. Baqués aseguró que las urnas requisadas ya fueron repuestas en el colegio electoral al que iban destinadas, donde, según añadió, se podría «votar con normalidad».

Lo decía antes de que la Policía Nacional y la Guardia Civil comenzara a intervenir en diversos colegios electorales.