El voto de confianza que los ocho diputados de ERC dieron ayer a José Luis Rodríguez Zapatero pronunciando el a su investidura no es "ningún cheque en blanco". Los republicanos quieren que el nuevo presidente del Gobierno demuestre desde el principio con hechos que su promesa de construir una España plural va en serio. Para empezar a comprobarlo, ERC se fijará sobre todo en dos cuestiones: el tratamiento que el catalán recibe en Europa y los próximos Presupuestos del Estado.

Joan Puigcercós, portavoz de ERC en el Congreso, se declaró ayer "moderadamente optimista" sobre las perspectivas que abre la investidura de Rodríguez Zapatero. Aseguró que espera una nueva etapa de "diálogo, comprensión y empatía" entre el Gobierno central y los gobiernos autonómicos, aunque subrayó que la fe de los republicanos en el PSOE no es ciega.

La gran "piedra de toque" la planteará Esquerra Republicana tras el verano, cuando se abra la negociación de los Presupuestos del 2005. Esquerra exigirá, para apoyarlos, que incluyan fondos suficientes para infraestructuras pendientes en Cataluña.